Bjorn Borg

16 de Febrero de 2014
Texto y foto: Mauricio torres / mt@mauricio-torres.com

Sí, ya sé, no se parece al tenista, pero la verdad es que esa onda despreocupada me recuerda a Borg, con su cintillo agarrándole el pelo. Además, tiene buena onda y aprovecha los fines de semana para desconectarse del trabajo junto con su esposa, quien lo lleva de “miranda” al shopping, ¡pero él es quien de verdad termina pagando!.

Por un momento pensé que me ibas a decir que eras ¡director de cine!
No, director financiero.

¿Qué onda con tu facha?
Es algo normal, ¿por?

Es que me llama la atención. Acá ni porque sea fin de semana de 40 grados la gente anda de shorts. Pensé que parecías un tenista retro.
No, vengo a hacer compras nomás.

De ‘chopping’. ¿Normalmente eres de vestirte así?
La verdad es que no. Soy muy formal.

De un extremo al otro. ¿Qué prefieres?
¡Depende de la ocasión! Hoy porque salimos a pasear, no teníamos planeado comprar nada, pero ya compramos algo.

¿Es para ti o para ella?
Para ella (señala a su esposa).

“No pensaban comprar nada”. ¡Tú no pensabas comprar algo, ella sí! ¡Caíste!
(Risas).

¿Sales con zapatos cómodos o incómodos?
¡Cómodos!

¿Shorts?
Por el calor.

¿Y la camiseta rayada?
Comodísima.

¿La visera?
Es para el sol.

¿O para no peinarte?
Para el sol y no peinarme.

Tienes el pelo colorado. ¡No te veo de saco y corbata!
Es que ahí es otro look. Con gel.

De lunes a viernes eres otro individuo.
Así es.

¿Con barba también?
Es cambiante, cada mes, mes y medio. A veces me hago candado.

¿Depende de tu estado de ánimo?
Hasta que se aburra ella (señala a su esposa).

¡Ella es la que se aburre! Con la mano en el pecho..., ¿mandarina?
¡No!

Bueno, ella me está haciendo cara de que no, así que te creo.

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