Guía de compras de mamá: Para todas las edades

05 de Mayo de 2013

"Una madre lo entrega todo", esta frase resume las historias de vida de mamis de distintas generaciones que presentamos en estas páginas. Además de opciones de regalos para consentirlas.

 

Rocío Buenaventura
Disfrutando juntos

“Mi mami me regaló una blusa muy linda y mi hijito, una tarjeta enorme con un corazón de chocolate que decía: ¡Te amo, mamita... Feliz Día! Mientras que yo le di a mi mami su perfume favorito”, recuerda Rocío Buenaventura, de 24 años.

En el Día de la Madre, dice, toda la familia se reunía para festejar a quien le dio la vida: Blanca Mendieta, de 52 años (+). “Siempre la pasábamos cantando, comiendo y bailando. Era un ambiente muy especial. Incluso, mi hijo Miguel Alejandro, de 5 años, fue para mi mamá una de sus tantas alegrías, como también mis hermanas”.

Su madre, asegura Rocío, fue un ejemplo de valentía, coraje, temple y fuerza para criarlas por sí sola, y es lo que le inculcó a ella. “Ese fue el último Día de la Madre que pudimos disfrutar de ella, el Señor tenía otros planes, pero sabemos que está descansando ahora y nos cuida desde el cielo. Nunca olvidaremos lo que ella hizo y dio por nosotros: ¡porque te amamos, mamá!”. (S.M.de.C)

 

Solanda Santander
Cadenita de oro

“Alessandro Carrozzini es un niño pilas... llama la atención donde esté. Si está dentro de un avión, las azafatas terminan llevándolo a la cabina de los pilotos”, dice su madre Solanda Santander, de 30 años. Una mamá que siente mucho orgullo de su único hijo, pero que, a veces, tiene que sacar fuerza suficiente para poder controlar toda esa energía que emana.

“El año pasado Alessandro me regaló una cadenita de oro y como le encanta la fotografía, mi hermano Francisco, nos hizo unas fotos en el parque Japonés. Alessandro solo pasa tomándome fotos con el celular, y dice que soy una barbie”.

Adicionalmente, dice Solanda, todos los años para el Día de la Madre hace una reunión en su casa, donde acude toda la familia para cenar y cantar. (S.M.de.C)

 

Mónica Suárez
La unión ante todo

Para esta familia, la única consigna que existe el Día de la Madre es estar unida. Así lo asegura uno de sus integrantes, Mónica Suárez, de 47 años, y mamá de Carlos (17) e Iliana (18) (últimos en ambas filas, derecha). “En cualquier actividad que realizamos mi mami prepara una exquisita 'comelona’ para nosotros, agradecemos a Dios y hacemos que mi mami diga unas palabritas”.

Mónica, abogada de profesión, es una mujer que ha sacado adelante a sus hijos sola. Eso sí, sabe que Dios la ha acompañado siempre y provisto de sus necesidades. Además es una cristiana evangélica que se lleva muy bien con los jóvenes de su Iglesia. “Mis hijos son mi amor más grande en esta tierra. Por ellos soy lo que soy y me esfuerzo cada día para que sean seres humanos con valores, principios y tengan un amor genuino por Dios”. (L.L.V.)

 

Lola Aspiazu
Reencuentro amoroso

Lola Aspiazu es una mamá de 53 años que adora a su única hija Natalie Solms, de 22. Una muchacha que reside en los EE.UU., su país natal, desde los 16. Por eso esta mamá viaja cada cuatro o cinco meses a visitarla, especialmente, en el Día de la Madre, todo para afianzar los lazos de amor que existe entre ellas. “Mi hija es muy cariñosa, estudiosa y muy amorosa con su «gorda» –como me dice siempre–”.

El año pasado, recuerda, pasaron en la casa de Natalie en la ciudad de Clinton, Iowa. “Ambas preparamos una comida especial con unos deliciosos cocteles. Pero lo más importante es que pasamos en el patio de la casa sentadas en la hamaca conversando de tantas anécdotas y travesuras que ella había hecho, y que fueron muy divertidas”. (S.M.de.C)

 

Rosario Vásquez viuda de Solórzano
Festejo doble

Querida por cada miembro de su gran familia, Rosario Vásquez viuda de Solórzano (centro), más conocida como la Bili, es una abuela y también bisabuela muy amorosa y amiguera como dice una de sus nietas, Susan Ortiz Solórzano.

"Mi Bili tiene más de 80 de años y está llena de una energía impresionante. Cocina como los dioses y siempre está dispuesta a ayudar y apoyar a cualquiera que lo necesite. Mi Bili no es la típica abuelita cariñosa, pero demuestra con acciones todo ese gran amor y consideración que nos tiene".

Y este año el festejo es doble. El fin de semana pasado celebraron su cumpleaños número 87 con un rico almuerzo; y el Día de la Madre, como todos los años desde hace mucho tiempo, se reunirán en familia a compartir y ‘apapacharla’.

“Estoy muy contenta por la familia que tengo y por todo el cariño que me dan. Y también porque una de mis hijas, Susana Solórzano, después de doce años pasará con nosotros. Ella es mamá de Susan, quien también está feliz por el regreso de su mamá que vivía en España”, expresa la señora Rosario. (L.L.V.)

 

Emmita Sotomayor de Guzmán
Una celebración diaria

Cada Día de la Madre los integrantes de la familia de Emmita Sotomayor de Guzmán (centro en primera fila) procuran reunirse; ya que algunos viven, por ejemplo, en Guayaquil y Zaruma, provincia de El Oro, para compartir con su querida Emmita: madre, abuela y bisabuela.

“El año pasado nos reunimos todos, incluso, los miembros que estaban de viaje. Mis diez hijos y sus familias celebraron conmigo este día tan especial y también aprovecharon para festejar mi cumpleaños número 80 con un programa artístico y comida muy rica”, dice. “En realidad, para mí el Día de la Madre son todos los días. Mis nietos y bisnietos son tan cariñosos, me miman y ayudan todo el tiempo”, agrega.

Finalmente, Emmita aconseja a todos los hijos que le den mucho amor a su madre, apoyo, que estén pendientes siempre porque es un ser que es capaz de entregarlo todo por la felicidad de cada uno de sus seres queridos”. (L.L.V.)

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