Un chifa vistoso: A menor precio

Por Epicuro
13 de Diciembre de 2015

“Para quienes buscan una comida abundante al menor precio, Dinastía es el lugar. No hay ningún postre, carencia que suele ser costumbre china”.

Dinastía está ubicado en el c.c. Piazza de la av. Samborondón.

Siendo en general muy supersticiosos los chinos decidieron desafiar al destino al abrir una sucursal de su cadena Dinastía donde antes funcionaba el restaurante La Madonna, cuya infraestructura ha sido algo modificada, el ambiente conserva un toque impersonal que no evoca en lo mínimo el mundo asiático. Me gusta por esta razón el Joun Yep y su pequeño jardín; Hong Kong Deli con su local pequeño conserva un buen rating, quizás por su mismo ambiente intimista.

Sin embargo, en el caso de Dinastía, la amplitud de la sala principal con vista a salones particulares para eventos o cenas privadas llama la atención. La disposición de las mesas, el predominio del tono blanco impresionan gratamente. A pesar de tener el local climatización central lamenté el calor reinante al mediodía.

Desde el punto de vista gastronómico no encontré mayor novedad, todos sabemos lo que podemos esperar de un chifa. Si el chef tiene buena sazón nos sentiremos satisfechos con el más trillado de los platos. Quizás por remordimiento de conciencia frente a una pesca salvaje de tiburones no quise escoger en la carta la suculenta sopa de aletas, pedí la de wantanes, bien hecha, con láminas rosadas de cerdo marinadas, camarones, col china, jengibre, relleno de buen sabor en las pastas, tamaño grande a tal punto que casi no tenía más hambre cuando terminé de comerla. La sopa llegó muy caliente, detalle que aprecié pues tengo tendencia a comer con demasiada rapidez Los tallarines con cerdo de igual modo fueron copiosos, el chef usa muy poca sal lo que resulta bueno para nuestra salud, pero no sería mala idea poner en cada mesa sal, pimienta, salsa de soya para quienes desean modificar la sazón original. La carta propone pato en diversas salsas, incluyendo el pato a la cantonesa, no puedo opinar pues no los probé, guardo cierta reserva cuando se trata de este tipo de ave cuya carne generalmente resulta ser algo dura. En el Cantonés Internacional logré encontrar unos tiernos, pero tengo entendido que dicho restaurante tiene su propio criadero en la ciudad de Quevedo.

También eché de menos ciertos manjares que no aparecen en la carta. El dim sum es mi debilidad, se trata de un surtido de bocados al vapor extremadamente tiernos con una textura que adula al paladar, suelen llegar rellenos con pollo, cerdo, camarones o vegetales, me gusta saborearlos con una taza bien caliente de té al jazmín sin azúcar. Generalmente se sirven en porciones pequeñas, unas cuatro piezas por persona.

En cambio la carta muy extensa, incluye sopas, entradas, tallarines, arroces, pollo y pato, carne vacuna, en total son como doscientas opciones, el servicio es bastante rápido, la atención del personal adecuada. Lo que podría dar mucha suerte a Dinastía son sus precios. Por una enorme sopa de wantanes ($ 5,80), un copioso tallarín saltado con cerdo ($ 5,80) y un jugo de naranja ($ 1,34) solo pagué en total $ 14,50. Para quienes buscan una comida abundante al menor precio, Dinastía es el lugar. No hay ningún postre, carencia que suele ser costumbre china, pero nosotros, a veces, quisiéramos terminar con algo dulce aunque sea un simple helado.

epicuro44@gmail.com

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