Agradale regreso: Rincón siciliano

Por Epicuro
17 de Septiembre de 2017

“Marco no pretende impresionar a sus clientes, trata sencillamente de hacerlos felices. Su pan baguette es el mejor de la ciudad... Su carta propone las pastas clásicas con sus respectivas salsas”.

El local se encuentra en Víctor Emilio Estrada 602 y Las Monjas junto a El Bodegón, en Urdesa. Nació sin hacer publicidad, Epicuro lo descubrió, lo dio a conocer. Desde aquel entonces los comentarios de los clientes se encargaron de la promoción. En Guayaquil la comida italiana está representada por Riviera, Casa di Carlo, Carlo e Carla, Signori, Il Buco, Benvenuti da Mauro, La Villa.

Donde L’Italiano lo que capta de inmediato la atención es la amabilidad de Marco Accardo, el dueño y de su hermosa esposa, Geanina. Desde afuera el local se ve modesto, pero al entrar uno se topa con un ambiente simpático, con mucha luz o penumbra romántica, según el gusto de los comensales. La parte más penumbrosa hace un poco difícil leer la carta. La decoración es sobria, pero adecuada. Los platos se preparan en el momento, lo que justifica la normal espera. El tiempo de cocción de los espaguetis puede frisar los 10 minutos, pero las diversas salsas requieren más cuidado.

Marco es siciliano, como tal lo vemos muy apegado a las recetas auténticas. Es un hombre extrovertido, conversador, atento a los platos que le piden. Sus precios son razonables, utiliza productos de calidad y si bien es cierto que se volvió problemática la importación del prosciutto, los diversos restaurantes encuentran la forma de conseguirlo a como dé lugar. El Gobierno debería mostrar una mayor flexibilidad para las importaciones, que permitirían una mejor atención a los turistas. Un restaurante italiano digno de este nombre debería poder ofrecer los embutidos genuinos y los excelentes vinos tanto tintos como blancos. Sin embargo, Epicuro deja constancia de conocer a dos jóvenes italianos, en Salinas de Guaranda, dedicados a elaborar chorizos espectaculares, jamones y coppa, salami muy sabroso, lo que podría ser una opción para los lugares de buen comer. La marca Dolomiti-Ecuador ha sido respaldada por la Cámara de Comercio Italiana. Están a punto de poner en Guayaquil un sitio de venta para sus productos.

Marco no pretende impresionar a sus clientes, trata sencillamente de hacerlos felices. Su pan baguette es el mejor de la ciudad, suelo llevar unos a casa. Su carta propone las pastas clásicas con sus respectivas salsas. Esta vez opté por los espaguetis a la carbonara y fueron de mi agrado. Las pastas frescas se elaboran en el mismo restaurante y la próxima vez me gustaría probar fetuccine con mariscos. Los postres resultaron deliciosos. Debo recordarles que Marco es pastelero profesional. Sirve un café expresso elaborado con una máquina italiana Bacio, usa granos italianos, pero también café lojano.

Cuando llegué por vez primera a este sitio en marzo del 2016, el local de L’Italiano solo tenía cinco meses de vida, debía que sortear problemas grandes pues la regeneración urbana volvía casi inaccesible la entrada al restaurante. Pusieron un puentecito para facilitar el acceso y superar el inconveniente. Poco a poco corrió la voz y podemos afirmar que tenemos una opción diferente y válida para la gastronomía italiana. Bebimos unas copas de Chianti, un vino definitivamente frutal con leve toque de madera.

Hay un guardián permanente para los vehículos, no se necesita hacer reservaciones. Aceptan las diversas tarjetas de crédito. (O)

epicuro44@gmail.com

  Deja tu comentario