Nunca lo sospeché. La pasión cinéfila de un editor (y también columnista, durante muchos años) quedó casi sepultada debido a una súbita efervescencia en aventuras teatrales. Ojo: dije casi. En esta revista, cada domingo tratamos de caerle a películas no muy comunes en el ambiente, donde a veces hasta nos desligamos de Hollywood de forma radical. Pero hoy el asunto también tiene que ver con un éxito de librería solo comparable al de Harry Potter.

Se trata de la versión cinematográfica de Cincuenta sombras de Grey, la novela-tríptico de la escritora E. L. James, donde nada tiene que ver el mundo de los magos digitalizados en millonarias megaproducciones. Estas sombras son las de una sexualidad ilimitada en un tratamiento literario que ha despertado enorme curiosidad cinéfila también, y por eso les presentamos el reportaje de Gente de cine con la pareja protagónica y algo de Sam Taylor-Johnson, creativa directora y artista especializada en fotografía y videoarte, cuya película anterior fue Nowhere Boy, estupenda dramatización de la juventud de John Lennon que nunca llegó a nuestras pantallas y que afortunadamente pude ver en DVD.