En periodismo el titular de este editorial es casi un insulto. Como eso de llover sobre mojado, hacer lo que hacen todos y aburrir sin misericordia al público. Pero cuando María Inés Plaza aterriza en Venecia no es para imitar a la mayoría de los millones de turistas que se regocijan en las infinitas obras maestras que se albergan en esa ciudad-museo.

Su misión era reseñar para La Revista la 13ª Bienal de Arquitectura en Venecia, donde el tema crucial es ‘Terreno en común’ o lugar común. El director del evento cuestiona el énfasis en las acciones aisladas y del individuo, para dar luz a ideas compartidas que tengan un impacto positivo en las ciudades.

Hay trabajos de 65 estudiantes de todo el mundo reunidos en el Giardini (jardín), que acentúan la insistencia hacia un futuro para arquitectos con metas en común. Las múltiples y extravagantes variaciones creativas de la Bienal “encienden discursos acerca de las ciudades en la actualidad”, dice María Inés. Hay recursos absolutamente insólitos: espacios alterados que suceden ahora en plataformas como juegos de video o internet, imaginarios digitales que bien se podrían vincular al mundo de The Matrix.