“Desde que era pequeño el mar ha sido un lugar especial para mí, siempre me trajo tranquilidad”, dice Wolfgang Bloch, artista guayaquileño de ascendencia alemana que reside en California. El libro que registra su vida y su obra se titula Los colores de la coincidencia. Lo que emana de esas páginas es el testimonio visual y vivencial que nos motivó a contactar a Wolfgang y traerles la entrevista (pág. 16) de un notable artista que lastimosamente no ha sido reconocido en su propia tierra. Su primer contacto con el mar fue en El Pelado (Playas), de la mano de su padre cuando tenía 8 años, donde agarró una balsa y se lanzó al agua, algo que siguió haciendo después en su tabla de surf. Lo que vino años después, sus estudios de diseño gráfico en EE.UU. y su trabajo para grandes marcas, influenció algunas revistas de surf. Pero para este artista la ola definitiva es la actual: sus creaciones pictóricas.