Desde nuestra portada playera, las tradiciones vacacionales implican esparcimiento, relajación y si es posible arena y mar. Todos los años recomendamos paquetes turísticos y las festividades nacionales, especialmente las carnavaleras (pág. 30). Eso pasa en nuestras latitudes tropicales, pero es loable encontrar un editorial del magazín dominical del New York Times a propósito de los tiempos veraniegos, donde la brújula vacacional apunta otros rumbos. “Ya ese tiempo de diversión no es como antes: ahora buscamos también un bienestar espiritual, una especie de terapia cultural aspiracional donde nuestra mente también está integrada y el primer objetivo es ilustrarnos”. Y no están hablando simplemente de lecturas o museos. Es más la actitud de poder compartir y gozar de las cosas sencillas, una especie de retorno a la naturaleza sin necesidad de lujos extremos o peor que eso, farras desaforadas. (O)