El Editor Carlos A. Ycaza

Del marítimo ruido

22 de Marzo de 2015

Del marítimo ruido

Para un patriota y visitante semanal de la cercana General Villamil, el asunto Salinas vs. Playas podría acercarse a los conflictos de un Clásico del astillero. Por eso un esporádico viaje a Salinas requiere objetivos importantes y en mi caso era la visita al Designer Book La Mar, que esta vez armó su pasarela en un lugar insólito: el mirador El Morro, ahora abierto a los turistas arriba de la Puntilla, lugar que siempre fue cerrado al público.

La vista es espectacular desde allí, Salinas desde la lejanía. Porque el mundanal y marítimo ruido del malecón es apabullante. Lo que era una hermosa ensenada ahora está acordonada con boyas flotantes de avisos comerciales, además de tarima con tecnocumbia y DJ a todo volumen, invadiendo lo poco que queda de la playa central. La contaminación audiovisual es chocante.

Y ni hablo del embotellamiento. Si bien esto se repite también en otras playas nacionales, en Salinas es más dolorosa la realidad, quizás porque es el balneario más grande del país y donde los controles sobre estos problemas deberían ser mucho más severos. (O)

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