Manual de rescate para animales callejeros

01 de Noviembre de 2015
  • ¡Gracias por su intención de querer rescatarnos! ¿Ya ha pensado en qué parte de su casa vamos a dormir, comer y descansar? Es lo más importante al decidir recoger un animal de la calle, allí tendrá dónde acomodarse, así sea temporalmente o para siempre. Si es momentáneamente, suba nuestra fotito en redes sociales para que las demás personas conozcan nuestros casos y le puedan ayudar con donaciones, de ser necesario, y encontrar un buen hogar.
  • ¿Y la comida? ¿Y el médico? Es verdad, complicaremos un poco su vida. Tendrá que hacer algunos sacrificios, dejar de salir algunas noches, por ejemplo, con tal de ahorrar dinero para estos nuevos gastos. Pero, si nos conserva, le pagaremos con mucho cariño, por muchos años, ¡es promesa! Y el amor de las mascotas nunca expira.
  • Si nos ve heridos, por un accidente o hemos sido atropellados, por favor, llévenos al veterinario. Si le damos penita y realmente nos quiere salvar, hágalo, es urgente. Nos puede cargar de dos maneras para sentir menos ‘ayayay’ en el traslado: levantando nuestro tronco, apoyando un brazo en la parte posterior de nuestras patas traseras y el otro, delante de las delanteras. Así nuestra columna permanece recta, las patas caen y no hay presión sobre el abdomen. La otra forma es acostarnos, del lado
  • Probablemente algunos taxis no querrán llevarnos si estamos mal heridos o muy cochinitos, porque la vida en las aceras nos ha mantenido así. Por eso debería acordar previamente con sus amigos y conocidos con carro que lo puedan auxiliar en estas circunstancias. Por otro lado, hay cooperativas de autos que sí ofrecen el servicio de transporte de animalitos en Guayaquil, como AutoPet*.
  • Si tiene carro, podría cargar consigo varios elementos útiles para nuestros rescates: botellas de agua, platitos, cartón, sábanas, soga, comida de perros y gatos. Y si puede conseguir un kennel (caseta para perros y gatos), ¡mejor! Pero si en alguna circunstancia no cuenta con estos implementos, sepa que una cuerda se puede armar con tiras de fundas plásticas de la basura y con ella amarrarnos el hocico, a modo de bozal. Y su cinturón funcionará muy bien como correa.
  • Si nos encuentra rondando por las esquinas y aparentemente estamos sanitos, considere que quizás nos hemos escapado y nuestros verdaderos dueños nos estén buscando. Igual tenga en cuenta que en la calle estamos muy asustaditos. Discúlpenos si le respondemos con gruñidos y le mostramos nuestros colmillos si sentimos que usted se nos acerca de forma inapropiada. Y si nos alejanos, no desista, ayúdenos a encontrar a nuestro amo.
  • No se nos aproxime con movimientos bruscos, ni con gestos agitados o actitud nerviosa. Si usted está sereno, eso nos pone tranquilos. Y trate de ponerse a nuestra altura, agachándose de cuclillas. Acérquese poco a poco, y con palabras cariñosas, hasta ganarse nuestra confianza. Por favor, ténganos paciencia si esto no ocurre tan rápido como usted desea. Algunos hemos estado tanto tiempo en la calle que no sabemos interactuar con los humanos.
  • A veces pasamos días sin comer, ¡ay, cómo duelen nuestras pancitas! Si en ese momento no cuenta con alimento balanceado, ofrézcanos un pedazo de salchicha, chorizo, carne, quesito o atún. No es el mejor alimento para nosotros, lo sabemos, pero estamos desesperados por comida. Además, así también nos ‘mete a su bolsillo’. Y dénos agua, ¡estamos muertitos de sed! En la calle no falta quien por ahí nos lance un pedacito de pan, pero casi muy pocos nos dan de beber. ¡El agua es una delicia!
  • Las comidas que nosotros los animales vemos como antojitos (embutidos o carnes) funcionan como carnada cuando va a salvar a una hembra con sus cachorritos abandonados. Trate de hacer un caminito de comida hacia el kennel. Espere que la perrita o gatita siga ese rastro y que sus hijos la persigan. Acuérdese que somos muy celosas con nuestras crías, por lo que trataremos de defenderlas de usted, a pesar de sus esfuerzos por recuperarnos. Lo hacemos por protección, por miedo, pero también soñamos c
  • Recuerde que, aunque al parecer nos veamos sin heridas o lesiones graves, es obligatorio que nos lleve al veterinario. Incluso podemos tener moquillo. Esta enfermedad es muy contagiosa y mortal. Si en su casa hay otras mascotas, debe aislarnos hasta estar sanitos. El doctor también descartará otras enfermedades por medio de exámenes, como sarna, rabia, tumores, problemas intestinales, del corazón, en las orejas y en el hígado, nuestro órgano más delicado. Finalmente, allí nos vacunarán, desparas
Gisella Quintana | Ilustraciones: Gustavo Vinueza | Video: Ya Simón Producciones

Con su mirada, los animalitos abandonados han aprendido a decirnos que tienen hambre, sed, frío, sueño, dolor, tristeza. ¿Y si pudieran hablar para explicarnos qué podemos hacer para rescatarlos de las calles? Ellos nos aconsejan en este decálogo.

 

María Eugenia Fabara
‘Hay personas malas con los gatos’

Esta estudiante de leyes poco conocía de salvar animales de la calle, como muchos de nosotros.  Y peor recoger gatos desconfiados y  escurridizos. Pero su primer rescate fue sin planearlo.  Un día observó a un hombre patear una gatita negra  en la vereda, y sintió   el impulso de ayudarla como sea.

“Me dio mucha pena,  estaba lloviendo. Pensé que estaría llorando, muerta de hambre, con frío, o que la podían atropellar... la gente es mala con los gatos de la calle,  mucho más si es negro y, en ese momento, ‘feo’”. La gata Matilda, ahora de 3 años, en ese entonces ni siquiera era una ‘bolita’ de pelo.  Estaba muy flaca, era más pequeña que una mano y tenía sarna, recuerda María Eugenia. Aunque trató de buscarle dueño, el gato ya se había apoderado de ella.  “Tenía su caja de arena, sus platos, ya se había adueñado de un mueble, me perseguía a todos lados.  Ya era mía, no podía dársela a alguien más”.

De esta experiencia, la joven destaca que rescatar a un animal no es tan difícil como parece. “A veces las personas ven uno en la calle y les da pena, pero no hacen nada, piensan que complican su vida ayudándolos, cuando no es tan difícil ni caro. Es comprensible que no siempre sea posible rescatarlos o llevarlos a la casa, pero darles comida, agua, medicina o buscarles un hogar es algo que todos podemos hacer”.

Bianca dice

Si encuentra un candidato para adoptar, pídale la copia de cédula y una planilla de servicios básicos para conocer su domicilio, y así hacer seguimiento una vez al mes. Pero antes asegúrese de que esa persona vaya a cuidar y amar al animalito, haciéndole preguntas básicas como si ha tenido antes un animalito, si sus familiares están de acuerdo en la adopción, qué alimento le darán, dónde dormirá, si se va de viaje, qué hacen con el animalito, entre otros aspectos que considere importante, recomienda la presentadora de televisión Bianca Salame (foto), quien es también activista y rescatista de fauna urbana.

Cinthya rosales
Su casa, refugio temporal para ellos

Desde los 11 años quería meter en su casa a todo animalito abandonado que veía. Pero, primero, sus padres no se lo permitían y, segundo, de adulta comprendió que no todos los animales de la calle pueden ser salvados por un solo individuo. “Pero con recoger y ayudar a uno es suficiente para que otros sigan el ejemplo”, explica Cinthya Elizabeth Rosales, Cineli (mezcla de sus nombres) en redes sociales y conocida así por otros activistas de fauna callejera.

Es una rescatista independiente (sin afiliación a fundación) y ha hecho de su terraza, en la tercera planta de su vivienda en Durán, un refugio para 16 gatos y 5 perras. Allí la Viejita (foto), una perrita que había sido utilizada para reproducción y con las patas traseras inmóviles a causa de un atropellamiento, es la líder de esa manada mixta.

La aspiración de Cineli, de asistir animales de la calle hasta su recuperación para darlos en adopción (esterilizados), empezó a moldearse en 2006, gracias a internet, bromea. Allí se nutrió con la información de varias webs y de las experiencias de otros rescatistas. Ahora en Facebook asesora a otras personas en sus rescates. “Me piden consejos, pero siempre les digo ‘vayan al médico primero’”. Además difunde adopciones y otras acciones. Su labor también se concretó con autogestiones, ayudas de su esposo, el apoyo de sus tres hijos, donaciones y actividades para recaudar fondos, como rifas. “Al finalizar el año hago un bazar navideño, roperitos, pulgueros y ‘bingos animaleros’ para ayudar a otros refugios independientes”. (I)

Contacto: facebook.com/cineli.romodeky

 

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