Club de Leones: Voluntarios que rugen

14 de Diciembre de 2014
  • Paquita Morán y Enrique Palma.
  • Dan alimentos a los ancianos.
  • El Albo Noreste dona silla de ruedas.
  • Campaña oftalmológica.
Sheyla Mosquera

Los Clubes de Leones crecen cada día en Ecuador. Su lema es ayudar a la comunidad.

Si alguien desea rugir con mucha fuerza para servir a las comunidades más necesitadas, una manera de hacerlo es siendo voluntario de los Lions Clubs International (Club de Leones Internacional).

Ellos están presentes en todo el planeta con 46 mil clubes y tienen 1’360.000 socios. Esto lo convierte en la organización de clubes de servicio de mayor convocatoria del mundo.

En 1917, Melvin Jones, un empresario de Chicago de 38 años de edad, les dijo a los socios de su club empresarial que debían ir más allá de las cuestiones comerciales y dedicarse a mejorar sus comunidades y el mundo entero. Fue así como nació el Lions Clubs International.

En Ecuador hay 101 clubes de Leones, en donde los voluntarios trabajan de manera incansable para ayudar a mejorar un poco la salud, educación y calidad de vida de los niños, jóvenes y personas de la tercera edad que no tienen recursos para alimentarse, vestirse o al menos un colchón para dormir.

Según Enrique Palma Alvarado, gobernador (líder) del Distrito G2, que agrupa a cinco provincias del país, el programa principal del leonismo es la salud visual, en honor a la estadounidense Helen Keller. Ella a los 18 meses de vida contrajo una fiebre que la dejó ciega y sorda. Pero una maestra, Anne Mansfield, especialista en ciegos, le enseñó el lenguaje de señas y el sistema Braille. Años después aprendió a hablar y al llegar a la adultez se convirtió en una incansable defensora de las personas con capacidades especiales.

En 1925, Keller participó en la Convención Internacional de Clubes de Leones realizada en Cedar Point, Ohio (Estados Unidos), y desafió a todos sus socios a convertirse en “paladines de los ciegos en la cruzada contra la oscuridad”. Los leones aceptaron su desafío y, desde ese momento a nivel mundial, entre las actividades leonísticas siempre se incluyen programas de la vista destinados a combatir la ceguera evitable.

Para ser un verdadero león, dice Palma, se debe tener vocación de servicio, humildad, paciencia, entrega y mucha alegría. “A mí me conmovió ver a tantos niños solos en las calles y a gente desamparada. Por eso, en 1995, decidí formar parte del Club de Leones Perla del Pacífico, en Guayaquil, además de otras instituciones de servicio a la comunidad”.

Algo similar le sucedió a Paquita Morán, gobernadora (líder) del Distrito G1, que agrupa a diez provincias. Desde niña se inspiró en el voluntariado de su mamá, quien acostumbraba a reunir a los niños y a otras personas del barrio para compartir los alimentos, sobre todo en Semana Santa. Por eso, cuando Paquita cumplió 26 años se vinculó con el Club de Leones. Actualmente pertenece al Club de Leones Portoviejo Central.

Los leones de Palenque donan ropa y colchón.

“Constantemente me invitaban a integrarme, pero yo siempre decía que tenía que ayudar sin estar en ninguna institución. Pero vi la realidad y me di cuenta de que sí había que pertenecer a una para ayudar de la mejor manera”.

Para hacer voluntariado, agrega, debe existir predisposición y ese amor por servir al más necesitado. “Es verdad que muchas veces siento cansancio y agotamiento, pero lo supero porque sé que es por el bien de los demás”.

A veces, dice Palma, hay muchas actividades que se realizan en los clubes de Leones, pero hay que sacar tiempo para colaborar con las que más se pueda. “Lo importante es tratar de devolverle a la vida lo que la vida nos dio”, asegura.

En realidad, muchos compañeros leones, dice Morán, colaboran a nivel de todas las instancias, ya sea con niños, jóvenes y ancianos.

Trabajan en proyectos

Los leones, agrega Palma, trabajan en los proyectos que determina la sede internacional, es decir, el Lions Club International, situado en Oak Brook, Illinois, EE.UU.

“Los últimos presidentes han estado insistiendo en cuatro aspectos principales: ayudar a la juventud, mitigar el hambre, preocuparse del tema ecológico para proteger el planeta y colaborar con todo lo que es salud”.

Por eso, dice Morán, es importante que haya más voluntarios sobre todo porque el Gobierno no cubre todas las necesidades de las personas que más necesitan. Y como dijo Joseph (Joe) Preston, elegido en julio pasado como presidente de la Internacional en Toronto, Canadá, el orgullo de ser león debe manifestarse con obras, servicio a la comunidad, la creatividad, el fortalecimiento de los clubes y aumentar el número de socios voluntarios. (I)

 

Foro latinoamericano

Según Paquita Morán, en enero del 2017, cuando el Club de Leones Internacional cumple 100 años de creación, se realizará en Guayaquil el Foro Leonístico de América Latina y del Caribe (Folac), al que vendrán el presidente internacional y muchos leones de otros países del mundo.

“Esperamos que para el 2017 haya más clubes con al menos mil socios más. Actualmente, el G1 tiene 54 y el G2 47. Lo ideal es llegar a constituir un tercer distrito”, asegura.

También, dice Morán, los ecuatorianos deben sentirse orgullosos de que el año pasado con la actividad el Cartel de la paz, con mensajes para el mundo realizados por niños y jóvenes de 11 y 13 años, Ecuador quedó 7º entre 450 participantes del mundo.

 

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