Risas dramáticas: En el ‘prime time’

Por Mr. Smith
07 de Mayo de 2017

“Enfrentar una dramedia con la viada de una tercera temporada, a una que recién comienza parecería cruel, pero la competencia por el prime time está ahí...”.

La telenovela de TC, Cuatro cuartos es una comedia dramática (dramedia) sobre cuatro mujeres viviendo en la villa de un barrio de Guayaquil. Catrina Tala lidera el equipo de producción y Fabrizio Aveiga el de guiones.

Esta producción ha sido publicitada por los grandes nombres televisivos que representan a sus personajes. Tenemos sabidos, cholos, saladas, malditos, guapas, feos, pelucones y desgraciadas en un género bien acogido y una historia con mucho potencial.

Los puntos fuertes de la telenovela son la comedia, las situaciones dramáticas elegidas y la actuación. La manera en que los relatos de estos personajes se compenetran está bien lograda y ellos se presentan como seres multifacéticos.

Como ejemplo tenemos a Paúl, un villano interpretado por Víctor Aráuz. Si bien Paúl fantasea con matar a la madre y al hermano a quienes rechaza, también se esfuerza por encontrar soluciones no letales para apartarlos. Aquí no tenemos al villano bidimensional cuyas acciones se puedan siempre anticipar con la máxima “sé cruel y acertarás”.

También está Mayiyo, interpretada por Emilia María Cevallos, cuya falta de experiencia actoral no se adivinaría nunca viendo la naturalidad y flexibilidad con la que se desenvuelve en la comedia, el romance, el sufrimiento y las escenas de cotidianidad.

Hasta el gay genérico es explorado mucho más allá de lo que otras producciones ecuatorianas se atreverían. Es verdad, Jaquna, interpretado por Leonardo Moreira, luce como el típico homosexual afeminado, pero también es más que eso: es un buen amigo, un buen vecino, hasta un buen “casi hijo”. Tampoco se olvidan de ponerle un par de defectos y ambiciones frustradas.

Lo que hace bien esta telenovela es que sus estereotipos en la mayoría de casos no llegan a la deshumanización. Pueden funcionar como payaso del que uno se ríe (el ñengoso) o como monstruo que uno debe odiar sin comprensión o reservas (el villano), pero no son la única cara de ningún personaje.

Si bien es cierto que la mayoría de tuits dramáticos son buenos, algunas de sus escenas pierden credibilidad por diálogos sobreteatralizados que se sienten más aptos para un poema de la generación de los decapitados que para una discusión entre gente de verdad.

Es más, hablando de villanos y sobreteatralización, Carolina Jaume interpreta a Rebeca, la esposa malvada de Alexander. Cuando digo malvada, es porque en cualquier momento parece que se soltará un “muajajá”. No ha habido nada original en ese personaje en sus apariciones hasta ahora. Su primera treta para mantener a Alexander a su lado la hemos visto mil y una veces, al igual que la manera de ejecutarla.

Comentando con plena justicia, diré que las faltas de estas telenovelas son muy comunes para la producción nacional, y las tienen en mucha menor medida que otros programas.

Respecto a las nuevas tecnologías, me parece un experimento interesante meter la decisión de la audiencia por medio de hashtags en este entretenido embrollo.

Odiosas o no, las comparaciones son inevitables. En especial cuando hay Cuatro cuartos y 3 Familias en un solo horario. Enfrentar un dramedia con la viada de una tercera temporada, a uno que recién comienza parecería cruel, pero la competencia por el prime time está ahí aunque no hablemos de ella... por el momento. (O)

ojosecosec@gmail.com

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