Banderas y Payasos: ‘American Horror Story’

Por Mr. Smith
08 de Octubre de 2017

Producida por Ryan Murphy y Brad Falchuk, American Horror Story (Historia americana de horror) se caracteriza por crear una narración completamente nueva con cada temporada, este septiembre recién culminado empezó su séptima en el canal FX.

Justo antes de ver el primer episodio lo único que sabía es que esta temporada se titulaba The Cult (El culto). Como seguidor de los temas religiosos tenía altas expectativas, y estas fueron para abajo en la primera presentación. Ya sea por la exposición de sus temas políticos o la reaparición de Twisty The Clown (el payaso asesino de la cuarta temporada, protagonizado por John Carroll Lynch), este episodio fue una colección de escenas que parecían tener el propósito único de causar shock. No es tanto que haya sido malo sino más bien que parecía un tráiler de cincuenta minutos, dejando poco motivo para ver el segundo más allá de alguna explicación.

Alegremente le di otra oportunidad, pues muy pronto fue demostrando que ese hilo conector estaba escondido pero presente. Es difícil imaginar que la religiosidad, el nacionalismo estadounidense y los payasos se pudiesen ir uniendo de maneras tan coherentes, pero lenta y meticulosamente la trama lo va logrando. El azul, blanco y rojo son colores presentes en banderas y payasos, y aquí representan libertad a la vez que paranoia y fanatismo.

“Esta temporada no es la más terrorífica, pero sin duda debe ser la más estadounidense, y aquella de visuales originales más cargados de poder simbólico”.

Sea a favor o sea en contra de los resultados de las elecciones, las perspectivas políticas expresadas por los personajes son el tipo de caricaturas que sí se encuentran en la vida real o en foros de internet atrás de un nombre de usuario.

Mientras esto ha sido tomado por negativo por otras críticas, lo veo como parte de la magia de la serie. Son estos mismos absurdos que pronto se volverán aterradores, y ese es el corazón de la historia. Después de todo, el miedo y las promesas de cambio que se manifiestan en torno a esos eventos en el mundo real, son puntos vitales del macabro humano de la serie que esta temporada se demostrará desprovista de elementos sobrenaturales.

La relación entre las risas y el horror va más allá de la “payasofobia” de la protagonista Ally Mayfair-Richards (Sarah Paulson). Desde quienes usan el humor como mecanismo de defensa hasta quienes encontraron en la humillación una ira asesina, la serie está llena de ejemplos del link entre el miedo y la comedia que hace a los payasos una elección poderosa como villanos. De hecho, las ideologías e hipocresía que la definen tanto a Ally como a su coprotagonista Kai Anderson (Peter Evans) son mejor expresadas en una escena del segundo episodio. En esta Kai se acerca al umbral de la casa de Ally y la aterra ofreciéndole protección, mientras ella predica sobre hacer contacto con otras personas escondiéndose tras rejas de acero, ocultando un cuchillo detrás de su espalda.

Estamos en el episodio número cinco y quedan seis por venir. Esta temporada no es la más terrorífica, pero sin duda debe ser la más estadounidense, y aquella de visuales originales más cargados de poder simbólico. Si es que algo realmente da miedo aquí es lo absurda que es la gente y lo que puede llegar a hacer para encontrar sentido. Ya lo dice el líder del culto: “Pocas cosas son tan peligrosas como un hombre humillado”. (O)

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