Marcelo y Fernando Gil Estrada

25 de Marzo de 2012

La mayor locura que aún no he cometido es correr los toros en Pamplona.

Usted toca piano, bombo leguero y guitarra. ¿Qué más toca en sus tiempos libres?
De lunes a viernes el alma de mis alumnos y de mis cantantes; y sábado, domingo y feriados, a mi novia.

¿De tal palo tal astilla? (Su padre fue el célebre director coral Enrique Gil Calderón).
No, hijo de tigre, tigrillo.

¿Existe el gen de la música?
Pareciera que esto de la genética se ha puesto de moda en las discusiones entre algunas autoridades del país. Entre los artistas existe el gen de la música, pero viene acompañadito de aptitudes y mucho estudio.

¿Usted le hace el coro al actual Gobierno?
Yo no canto en ningún coro; yo dirijo.

¿Por qué dejó de chupar? ¿Era un bebedor consuetudinario o con su itinerario?
“Bebedor consuetudinario o con su itinerario”, jajaja, sí, en ese orden. Hoy, con 40 vueltas y nuevas responsabilidades, tuve que abrirme, aunque a veces me doy una escapadita.

¿Por qué lo botaron de su casa?
Por tigrillo.

¿Cuál es la mayor locura que aún no ha cometido?
Esta es fácil: ¡correr los toros en Pamplona!

Como me han dicho que lee poco, le pregunto: ¿sabe quién escribió Nuestro pan?
Es verdad, leo poco, pero esta la respondo sin necesidad de googlear: aunque el apellido me persigue, no soy ningún gil, el autor fue mi abuelo Enrique Gil Gilbert.

¿Hay algo más terrible que encontrar un fideo en una sopa de pelos?
Sí, un ignorante con iniciativa.

Defina a su papá en diez palabras.
Amigo, coros, música, Guayaquil, mujeres, vino, ícono, cocina, festival y Padre con pe mayúscula.

Defínase usted en cinco palabras.
Músico, frontal, espontáneo, apasionado y hakunamatata.

Defina al Ecuador con el nombre de una canción.
‘Venas abiertas’… Espero que no nos desangremos.

¿Es verdad que la música moderna, cuando mejor se toca, peor suena?
La verdad es que siempre he dicho que no existe la buena o la mala música, sino  buenos o malos intérpretes y, ahí sí, al que le caiga el guante que se lo chante.

Para usted, cómo sería una noche ideal: ¿con  una novela gorda o con una mujer flaca?
Prefiero ver una novela acostado con mi flaca.

¿Cuáles son las cinco canciones más bellas de la última década?
La verdad es que no soy amante de la música moderna, y nada de lo que he escuchado últimamente ha logrado erizarme la piel de la forma en que lo hacen Bach, Chopin, Mozart o cualquiera de esos mal llamados ‘clásicos’.

¿Barcelona o Emelec?
Emelec hasta la muerte, porque en mi familia todos eran barcelonistas y para llevar la contra en casa me pinté de azul y no me he arrepentido de eso ni un solo día.

Cuando estudiaba para director coral en Argentina, ¿extrañaba el tango de La Universal, hoy tango Nestlé?
Allá extrañaba el Milkibar… y hoy acá extraño el tango de Piazzolla.

¿Con cuáles canciones se ha enamorado locamente?
‘Oración a la vida’ y ‘Agua, fuego, tierra y viento’.

¿La paciencia consigue más victorias que los gritos?
Sí, lo que pasa es que hay que gritarle a la paciencia para que no se vaya.

¿Cuál será su alegato en el día del juicio final?
Señor, no te olvides que soy ateo gracias a Ti.

¿Qué quisiera que escriban en su epitafio?
Disculpen las molestias. Desde acá sigo trabajando para usted.

¿Qué piensa hacer después de  muerto?
Pretendo dirigir el coro de los ángeles… pero de Los Ángeles de Charlie.

Hágase una pregunta y contéstela.
¿Por qué acepté esta entrevista?
Porque me gusta que me tomen el pelo.

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