Cámaras Lomo: ¿Salvadoras de la fotografía analógica?

16 de Diciembre de 2012

Este tipo de fotografía vivió tiempos de angustia cuando las cámaras digitales salieron al mercado en la década del 90.

Con la ayuda de Vladimir Putin –entonces vicealcalde de San Petersburgo– la pequeña cámara Lomo se convirtió en un clásico retro de culto y demostró que la película aún ofrecía un futuro brillante.

En 1991, un grupo de estudiantes de arte de Austria realizó un viaje a la cercana ciudad de Praga, en la República Checa, y encontró una curiosa cámara en una tienda de fotografía. Negra, compacta y pesada, se trataba de un equipo rudimentario. La lente estaba protegida por una tapa deslizante. Tanto la carga de la película como el enfoque y el rebobinado debían realizarse manualmente. Después de efectuar el primer disparo, los estudiantes descubrieron que la cámara realizaba imágenes muy distintas a cualquier otra que hubieran visto antes.

El Instagram análogo

Los colores eran ricos y saturados, un efecto acentuado por la tendencia de la lente a oscurecer las esquinas del marco y crear un efecto de viñeteado similar a un túnel. Había dramáticos contrastes entre la luz y la oscuridad.

Los austriacos se engancharon y sus amigos hicieron lo mismo cuando les mostraron los resultados, de vuelta a casa en Viena. La pequeña cámara era la Lomo LC-A, construida en la era soviética por la Unión de Ópticos y Mecánicos de Leningrado (LOMO, por sus siglas en ruso). Muy pronto la locura había comenzado. La Lomo se convirtió en el Instagram análogo durante los días previos a la fotografía digital.

En 1992, los estudiantes crearon la Sociedad Lomográfica Internacional y mostraron fotos tomadas con Lomos que habían sido compradas en todas partes de Europa. Luego, a mediados de los años 90, después de que se agotara el inventario de Lomos que estuvieron acumulando polvo en Budapest, Bucarest y Berlín Oriental durante años, acudieron en la búsqueda de los fabricantes de la cámara –que seguían en San Petersburgo– y los persuadieron para reanudar la producción. Esas negociaciones lograron concretarse gracias al apoyo de Putin.

Este 23 de noviembre, la lomografía celebró su 20º aniversario con una serie de fiestas en algunas de sus 36 tiendas de todo el mundo.

El Instagram análogo

El movimiento de arte está definido por las diez reglas de oro de la lomografía, que ponen énfasis en la espontaneidad, la experimentación y el rechazo de algunas de las leyes básicas de composición y enfoque de la fotografía. Es común que los lomógrafos intervengan los negativos con productos químicos para añadir un estímulo adicional a los colores y al contraste.

Toby Mason, fotógrafo de la ciudad de Brighton en Reino Unido, dice que las debilidades de la lomografía –las cosas que los fotógrafos convencionales podrían considerar aberraciones– son las que la vuelven atractiva. En su opinión, la fotografía se convierte con demasiada frecuencia en una búsqueda estéril y técnica. “No puedo dejar de pensar en que el énfasis se pone más en la calidad (y el costo) de los equipos, el zoom y la capacidad del fotógrafo para manipular una imagen en Photoshop o Lightroom que en el acto de tomar fotografías que evoquen un sentimiento”, dice. “El mundo que nos rodea no está retocado y a todos nos haría bien maravillarnos con las peculiaridades de las escenas cotidianas y los avistamientos casuales”.

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