Heredera de una vocación de servicio

22 de Abril de 2018
  • Nueva fachada. Este año, el teatro presenta una nueva cara a la ciudadanía. También se prevé una remodelación interna. Foto: Cortesía

Marcela del Río asumió este año como nueva presidenta de la Fundación Sociedad Femenina de Cultura. Estos son sus planes.

La vocación se entiende también como un llamado o una inspiración. En la vida de Marcela del Río, ese llamado a trabajar por el arte y la cultura se fue labrando desde su educación primaria en la escuela Hans Christian Andersen de Lima (Marcela residió por varios años en esa ciudad).

Hoy, veintisiete años después de vivir en Guayaquil, felizmente casada con el doctor Oswaldo Molestina (exgobernador del Guayas y exministro de Comercio Exterior) ha sido designada por el directorio de Fundación Sociedad Femenina de Cultura (la primera en enfocarse exclusivamente al fomento de la cultura) para asumir la presidencia 2018-2020.

Este nombramiento revive en ella esa formación primaria que enfatizó mucho las artes. Su escuela fue la sede de la primera Orquesta Sinfónica Infantil de Lima y el coro de niños cantores de Lima, gracias a la gestión de su director, Constantine Sturmer.

Su camino cultural la llevó también a ser vicepresidenta del directorio de la Alianza Francesa de Guayaquil. Gracias a su buena gestión obtuvo las Palmas Académicas, una condecoración entregada por el Ministerio de Educación de la República de Francia.

Pronto, en 2006, sería invitada a integrar la comisión artística de la Sociedad Femenina de Cultura, quienes inauguraron el Teatro Centro de Arte, en 1988, lideradas por la señora Ingrid Bruckman.

“Una de mis primeras misiones, como parte de la comisión artística, fueron las Noches de Tributo”, cuenta, sin ocultar su emoción, mientras camina por el lobby de la sala experimental y observa algunos de los afiches que promocionaron los conciertos donde bandas locales interpretan versiones de éxitos de artistas internacionales.

30 años

Su presidencia coincide con el trigésimo aniversario del teatro y anuncia que lo celebrarán con múltiples presentaciones nacionales e internacionales. Pero además de cautivar al público que los ha acompañado por tres décadas, Marcela quiere enfocarse también en el desarrollo del talento local.

“Otro de nuestros objetivos, para este periodo, está dirigido a nuestro programa social Semillero donde brindamos formación artística gratuita a niños de escasos recursos”, comenta. “Actualmente tenemos 100 alumnos que reciben clases en diferentes disciplinas artísticas y nos hemos fijado la meta de duplicar el número de estudiantes, hasta 2020”.

“Este nombramiento implica una gran responsabilidad, pues conlleva el desafío de lograr un sostenido nivel de excelencia en el teatro que involucre a todos los estratos sociales. Para mí, ese es un tema muy importante, por eso estoy dando énfasis al desarrollo del semillero. Que el arte pueda llegar a los diferentes estratos. Tenemos mucho talento, hay que darles la oportunidad”.

Asimismo, la Fundación Sociedad Femenina de Cultura está buscando nuevas aliadas en distintos cantones para que se sumen a su labor para difundir la cultura. “Dentro de nuestros planes está ampliar nuestro campo de acción y llegar con nuestra propuesta artística fuera de Guayaquil, a otros sectores. Estamos ya en conversaciones con diferentes agrupaciones de voluntarias. Están interesadas en participar, contribuir y trabajar de forma conjunta con el teatro”, explica.

Se trata de una gestión con un doble objetivo. “Que podamos llegar a más lugares, satisfacer ese interés por la cultura. Y también apoyar al artista y que expanda el alcance de su trabajo”.

Próximos años

La vocación de Marcela se sigue fortaleciendo. Incluso, luego de que termine su periodo, ella ve con optimismo el futuro de la Sociedad Femenina de Cultura. “Sigo viendo una Fundación Sociedad totalmente fortalecida, actualizada, manteniendo el liderazgo en el ámbito cultural de la ciudad de Guayaquil”. (D. J. L.)

RECONOCIMIENTO

Este año, el Centro de Arte fue galardonado por su gestión cultural. Recibió, en el centro de convenciones de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, el premio Líderes Ciudadanos, otorgado por la Escuela de Liderazgo y

Emprendimiento, en la categoría Arte y Cultura.

“Tuvimos el 65% de la votación y obtuvimos el primer lugar”, explica David Faggioni, del TCA. Los otros nominados fueron el Teatro Sánchez Aguilar y el dramaturgo Cristian Cortés.

 

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