Leen El Especialista

02 de Octubre de 2011

Me interesó el testimonio ‘Ojalá no haya más hijos como los míos’ (‘El Especialista’, septiembre 18). Efectivamente, él no llevó a sus hijos al sitio de su trabajo para que observen cómo se gana el dinero, que es uno de los tantos ejemplos que los padres deben enseñar a sus hijos. Vivo en EE.UU. por muchos años y este país dedica obligatoriamente una vez en el año escolar a los alumnos de escuela a permanecer un día en el sitio de trabajo de sus padres, para que observen y coactúen con ellos; y obviamente los alumnos como tarea, tendrán que hacer un relato en la escuela de lo que observaron.
Ojalá en Ecuador se haga algo parecido, porque es muy beneficioso.

George Mendoza
Miami, Florida, EE.UU.

Es complicado ser un buen padre en estos tiempos, donde todo lo material es lo que prevalece. En mi niñez y juventud también me tocó trabajar aunque solo en vacaciones, cuando estaba en clases me dedicaba por entero a estudiar. Lo que siempre recuerdo es que mi padre nos llevaba a ayudarle en su trabajo, y eso creo que nos enseñó a valorar el trabajo, el esfuerzo para conseguir lo necesario. 
A mi hijo mayor de 14 años lo llevo a mi trabajo para que aprenda. Les doy a mis hijos lo que necesitan, mas no lo que ellos quieren. Mi consejo a los padres es que fomentemos en nuestros hijos el ahorro y el esfuerzo para que sepan luchar por conseguir lo que quieren y no esperen que todo les llegue fácil y claro, no les demos todo lo que nos pidan, y recordémosles que si se dedican a estudiar con ganas llegarán a tener una buena base para triunfar en la vida. Siempre tengo presente esta frase: enseñemos a pescar y no les demos el pescado.

Alberto Herrera

 

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