Lee Marulanda

16 de Agosto de 2015

Si bien la intención del contenido es hacer ver que se debe implementar disciplina en los niños, cuidado con este pretexto apoyemos el maltrato. Columna de Ángela Marulanda, ‘No hay que ser buenos, sino firmes’, agosto 9). La confusión proviene de aplicar disciplina sin amor. Algunas precisiones:

- Ser coherentes con las reglas, su cumplimiento y las consecuencias de romperlas.

- Corregir de manera amorosa. Ser firmes no tiene nada que ver con gritar, pegar, amenazar.

Explicar por qué se corrige.

- La disciplina debe empezar desde los primeros años.

-Nuestros hijos necesitan de amor para construir el carácter, pero del amor suficientemente firme para permitirles sufrir las consecuencias de sus acciones. Caminar sobre la fina línea de la ley y el amor es igual a un acto de acrobacia. Les agradezco que en futuros artículos se amplíe este tema tan importante en la educación de nuestros hijos y tan necesario para la mayoría de los padres. Sin dejar de recalcar que ser buenos es lo más importante.

Yadira Cornejo M.

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