Gastronomía y cultura

16 de Septiembre de 2018

¡La comida nos une! (Columna de Savro Zonn, septiembre 9). Desde siempre, se habla mucho de inmigración, de intolerancia, de xenofobia, de racismo y de otros aspectos negativos, en general. El problema principal, para mí (aparte de la falta de empatía), es el conocimiento del otro. El acercamiento a una cultura diferente es fundamental para entender y aceptar al otro y su diversidad. Puede parecer banal, pero una de las maneras más fáciles para acercarse a otra cultura es ir a los restaurantes extranjeros o, más simplemente, la de saborear la comida típica de otros países. ¿A quién no le gusta el restaurante chino? ¿Quién no ha probado comida japonesa o mexicana? Fuera de Italia, ¿quién desprecia un plato de pasta o una pizza? A mí, por ejemplo, no me gusta mucho la comida japonesa, pero desde la primera vez que fui a un restaurante japonés me fascinaron sus particularidades. Los administradores eran nipones, estaban vestidos con ropa típica, todo estaba decorado con flores, alfombras, cuadros con escritura japonesa, había mesas muy bajas y se comía solo con palillos. La carta era muy rara: cada plato, en parte, tenía una pequeña historia o un refrán. El resultado fue que me enamoré de la cultura más que de la cocina. Todo el mundo debería tener pequeñas experiencias nuevas de este tipo. Acercarse a las personas, a las culturas, a las razones que trajeron a los migrantes a nuestro país, en lugar de juzgarlos sin saber nada.
Martina

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