Clemente Durán-Ballén: Retos edificados

02 de Octubre de 2016
  • Alfredo G. Paulson.
  • El diseño del hoispital A. Paulson sigue un estilo sobrio
  • Puente peatonal que conecta los hospitales de la mujer con el hospital de niños Roberto Gilbert
  • El hospital de niños tiene una fachada que evoca a los juegos infantiles.

El arquitecto Clemente Durán-Ballén proyectó el diseño de los hospitales Dr. Roberto Gilbert (niños) y el gineco-obstétrico Alfredo G. Paulson.

“La forma sigue a la función” es el principio universal del diseño y la arquitectura moderna. Esta idea célebre asocia la forma de un edificio u objeto con su propósito; es decir, el diseño se basa primariamente en las intenciones de una edificación y sus servicios.

El arquitecto guayaquileño Clemente Durán-Ballén Carrión menciona ese concepto, atribuido al arquitecto norteamericano Louis Sullivan, como una característica que busca imponer en todos sus proyectos. Esa también fue su motivación especial cuando se encargó del bosquejo del hospital Alfredo G. Paulson, recién inaugurado por la Junta de Beneficencia de Guayaquil y destinado al servicio de la salud de la mujer.

Esa obra es la cincelada final de la visión de la JBG de estructurar un complejo familiar en la ciudadela La Atarazana, donde madres e hijos puedan atenderse al mismo tiempo.

Esto es posible gracias a que el centro de salud gineco-obstétrico se conecta, mediante un puente peatonal, con el hospital de niños Dr. Roberto Gilbert, también proyectado por Durán-Ballén. Ambas obras se enlazan en un área de 90.000 m2 de la misma manera como el cordón umbilical une a una mujer con su bebé.

De las residencias a los hospitales

Clemente Durán-Ballén Romero, abuelo de Durán-Ballén Carrión, fue uno de los aliados filántropos de la JBG. Pero el vínculo del nieto con dicha institución, para proyectar las casas de salud, no vino precisamente por el lazo familiar, aclara el arquitecto.

“Algunos miembros de la Junta ya habían conocido mi trabajo, entre ellos el ingeniero Ramón Fernández, quien me llamó a conversar sobre este proyecto ya planificado y conocer si yo tenía interés en él. No contaba con experiencia en una obra de esta magnitud, un edificio con una dimensión de casi 25.000 metros cuadrados de construcción”, recuerda de ese primer acercamiento que resultó en el diseño del Roberto Gilbert en los años 90. Hasta ese momento, su trayectoria estaba relacionada mayormente con el sector residencial: urbanizaciones, condominios y viviendas.

La Junta, continúa el arquitecto, contaba con un anteproyecto con la asesoría de una firma de EE.UU. “La idea era trabajar en conjunto para lograr un hospital con estándares norteamericanos”. La experiencia fue grata porque la entidad de beneficencia volvió a confiar en su talento para su siguiente infraestructura: el hospital Alfredo Paulson.

Retos hospitalarios

El diseño arquitectónico de los edificios para la salud sigue un orden que tal vez sea poco perceptible para sus usuarios. El mayor desafío es coincidir una distribución de los espacios y una ambientación del lugar adecuados que mejoren la estadía del enfermo.

“En un hospital las relaciones en ciertos espacios son fundamentales. Por ejemplo, debe haber un nexo cercano entre la zona de esterilización y cirugía”, explica el arquitecto. “En el caso puntual del hospital de la mujer hay zonas para que el neonato esté con la madre siempre, con un cunero cerca de ella”.

Igual de necesarios son los espacios de doble circulación, agrega, uno para los ingresados y el trabajo interno de los enfermeros, y otro para los visitantes. “Un paciente trasladado a cirugía no debe pasar por el área de los familiares de los enfermos”.

Además de esos requerimientos funcionales, el diseño de hospitales también debe contribuir a la recuperación óptima de los pacientes. “Y eso se potencia con el ambiente que uno crea. Una persona que se va a atender típicamente está nerviosa, ansiosa, estresada y esos estados afectan su sistema inmunológico. Mientras el ambiente sea más amigable, y la estancia en el hospital menos traumática, el paciente se recupera más rápido”, añade Durán-Ballén.

En el caso del centro pediátrico, su fachada se implementó pensando en los niños: colores vivos y formas geométricas, como bloques, para alejar en los pequeños la imagen intimidante de un hospital blanco y grande.

En cambio, en cuanto al Alfredo G. Paulson, se aplicaron criterios dirigidos al control de visitas. “En el hospital de la mujer se trabajó con una firma española con concepciones diferentes en cuestión de espacios”, todo esto encauzado a aminorar el flujo de visitantes por paciente. “Cuando hay salas de hospitalización de varias personas, un mayor número de visitantes podría afectar el estado de los pacientes. Ese aspecto me llamó más la atención de cómo ellos enfocaban ese proyecto”.

Con esos desafíos se concibieron ambos hospitales, afirma Clemente Durán-Ballén, quien además del diseño de esos dos hospitales cuenta a su haber con otros grandes trabajos como la remodelación de la terminal terrestre de Guayaquil y el trazado de los centros comerciales Village Plaza y Plaza Navona, en el cantón Samborondón. (G.Q.) (I)

Inspiración vocación

“Escogí la arquitectura por mi abuelo materno (Eduardo Carrión). Le gustaba construir, hizo el parque Bim Bam Bum y el hotel. Tenía una casa, que le iba añadiendo espacios y yo lo acompañaba después del colegio. De ahí me nació el interés por esta profesión”
 

Qué es la arquitectura

“Es una expresión artística personal, pero por otro lado busca resolver los problemas funcionales o programáticos de cada proyecto o cliente. Es un ejercicio creativo que demanda mucha energía y mucho contacto con el cliente y la obra”.
 

 

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