Hábitat para la tercera edad

16 de Marzo de 2014
Gisella Quintana B.

Conozca las condiciones básicas para que el adulto mayor tenga comodidad, seguridad y movilidad dentro de su casa.

Poder alojar y tener al cuidado en la vivienda a una persona que se encuentre en la etapa de la vida identificada como la tercera edad es una bendición para muchas familias. Sin embargo, no solo las demostraciones de afecto y cariño de los parientes le ayudarán al adulto mayor a vivir con total normalidad y comodidad en una casa, también se deben tomar en cuenta nociones básicas para asegurarle movilidad y seguridad.

Dentro del hogar, es necesario la colocación de barandas y mangones de apoyo en lugares donde se exija dar un impulso (como en escaleras o desniveles). Es un accesorio importante para evitar caídas que puedan resultar fatales. Deben colocarse las barandas en los pasillos, a la altura de un metro pegado a la pared, para que el adulto mayor pueda agarrarse al caminar.

Lo ideal también es instalar un sistema de alarmas, ubicando botones de pánico en el baño y cerca de la cama, pues si surge una emergencia la persona de la tercera edad pueda avisar.

Es primordial despojarse de repisas altas; todos los anaqueles y muebles deberán ser bajos para que el adulto mayor tenga facilidad para desenvolverse.

Ambientes

¿Recuerda los pormenores para la llegada de los hijos al hogar? Estos vuelven a tomar vigencia al momento de albergar a los adultos mayores. Por ejemplo, en el baño, donde son más frecuentes las caídas por resbalones, se debe considerar lo siguiente:

  • Colocar en el piso alfombras antideslizantes;
  • Instalar una barra de apoyo a media altura (ombligo);
  • Cambiar el jabón en barra por el dispensador de jabón líquido;
  • Puede contar con una silla plástica que permita un baño más seguro.

Siempre será reconfortante para el adulto mayor las atenciones y cuidados que reciba de sus familiares, asistir a reuniones, conversar, visitar y recibir amistades, ya que mejora su estado de salud físico y mental. Por eso, el área social de la casa, es decir, la sala deberá ser adecuada en vista de las limitaciones de su edad, con las debidas acciones:

  • Ocultar o guardar los objetos que le dificultan caminar o pasar de un lugar de la casa a otro;
  • Tratar en lo posible de que los bordes de los muebles sean redondeados;
  • Colocar cinta antideslizante en las patas de las mesas y sillas;
  • Evitar jarrones de cerámica para plantas ornamentales interiores y adornos sueltos sobre escritorios y consolas, para prevenir accidentes.

La habitación para la persona de la tercera edad no es solo el lugar de descanso, sino de mayor permanencia, de manera que debe ser el sitio más cómodo para ellos. Para eso es necesario:

  • Climatizar el ambiente y preferir la iluminación natural.
  • Podrían ser de mucha ayuda los equipos de radiofrecuencia usados en el cuidado del bebé.
  • El uso de control remoto para equipos de TV y sonido.
  • Disponer de un mueble donde se coloquen los objetos de uso cotidiano y dispensadores de pastillas (en caso de personas afectadas en su salud).
  • El uso de veladores o cajoneras pequeñas.
  • De existir tapetes o pequeñas alfombras, pegar todo su contorno al piso para evitar desplazamiento o tropiezos.

La cocina es un ambiente que podría ser usado a cualquier hora del día. Se deben tener en cuenta las normas de seguridad para evitar accidentes:

  • Dejar al alcance llaves de cierre o control.
  • Asegurarse de que las piezas eléctricas tengan luz piloto para su localización.
  • Dejar un cajón o alacena para sus bebidas o endulzantes.

Esta es una oportunidad que da la vida de devolver las atenciones recibidas por los padres. No hay que dejar de lado consultarle y explicarle detalladamente a la persona de la tercera edad los cambios que se van a realizar y tomar en cuenta sus sentimientos hacia elementos de decoración con carga sentimental y recuerdos.

 

Movilidad

Si el anciano ha perdido la movilidad y se desplaza en silla de ruedas, una alternativa es la instalación de rampas fijas o desmontables. Para eso las puertas deben tener 1,00 metro de ancho y los pasillos 1,20, para que pueda andar en la silla de ruedas dentro de la casa.

Cambios sencillos

Si la escalera es un impedimento para acceder a su dormitorio, resulta mejor trasladar entonces la habitación a la parte baja de la casa. Deles prioridad a las soluciones más sencillas para la adaptación del hábitat del anciano.

Colaboración: Arquitecto Humberto Montes, gerente técnico de Construalvid; Telf.: 510-0950. Arquitecta Ivonne Ordóñez, cel.: 098-223-1192; e-mail: ivonneordonez@hotmail.es.

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