Estrellas de la arquitectura

08 de Enero de 2017
  • El Port House, de Zaha Hadid, fue abierto en Amberes seis meses tras su deceso.
  • El Museo de Guggenheim en Bilbao, de Frank Gehry. Aunque su diseño es similar al resto de sus obras, el edificio ayudó a reactivar la zona.
  • “Quise crear algo simple, elegante y atemporal”, dice Prince-Ramus del nuevo centro de artes escénicas del WTC. Entregará la obra en el 2019.

¿Quiénes son los ‘starquitectos’? Innovación, vanguardia, modernidad e incluso polémica, y ahora hasta una producción póstuma son su impronta.

Desde la eternidad. Zaha Hadid parece ser el caso de que es posible seguir construyendo monumentos habitables después de la muerte. Casi a los seis meses de su repentino deceso, el estudio que lleva su nombre inauguró uno de sus diseños más audaces, el edificio Port House, ubicado en Amberes, Bélgica.

La arquitecta de origen anglo-iraquí falleció el año pasado, a los 65 años. Es la única mujer que ha recibido el premio Prikster, apreciado como el Nobel de la arquitectura.

La nueva edificación de Hadid está dividida en dos partes. La base solía ser una estación de bomberos abandonada y los pisos superiores crecieron de una nueva estructura. La megaobra se levanta como un dirigible de vidrio y acero en dirección diagonal al cielo, suspendida sobre ladrillos.

En conjunto conforma las oficinas centrales para el puerto de Amberes, dando espacio a más de 500 funcionarios portuarios que laboraban en varios edificios en distintos puntos.

De acuerdo con Joris Pauwels, arquitecto del proyecto, los directores del puerto “querían sus oficinas en un edificio que representara vanguardia y modernidad”. Los urbanistas belgas también deseaban un diseño que marcara un hito en Amberes. “Ellos querían una pieza simbólica que fuera el núcleo de una ciudad en expansión”, explicó.

Y esa no es la única sorpresa de la carrera póstuma de esa ‘starquitecta’. 36 proyectos están en construcción o en borrador y otros han sido planificados por su estudio. Según The New York Times, al menos 50 estructuras podrían erigirse como su legado, casi el mismo número de edificios proyectados en vida.

Patrik Schumacher, socio de Hadid y ahora director de la firma, estima que esos proyectos se desarrollarán en 26 países durante la siguiente década. Afirma que el estudio Zaha Hadid Arquitectos mantendrá su nombre aunque evolucione bajo su mando, pero “siempre con el ADN de Zaha”.

¿Quién es un ‘starchitect’?

‘Starchitect’ es un juego de palabras en inglés compuesto por dos términos: star (estrella) y architect (arquitecto). Entonces se refiere a un arquitecto con el estatus de una celebridad, un arquitecto estrella.

“Son personas que en vida han sobresalido en su rama, no solo por sus obras, sino también por su pensamiento”, añade Natalie Wong, decana de la Facultad de Arquitectura e Ingeniería Civil de la UEES. “Sus edificios se han convertido en un ícono de la arquitectura debido a su ubicación, beneficios a la comunidad, tal vez porque sus formas irrumpen con el entorno, por su función o en la innovación en el uso de los materiales. Y son fácilmente reconocidos a nivel mundial”. Su impronta es la vanguardia, la innovación y hasta lo peculiar.

Zaha Hadid, Norman Foster, Le Corbusier, Peter Einseman... son algunos de los personajes que entran en esta categoría, dice Wong. “Son referentes de la arquitectura, para que los estudiemos y entendamos cómo ha ido evolucionando la arquitectura también”.

Pero Wong advierte sobre la ligereza de ese término. “Creo que si una persona no conoce mucho de arquitectura y lee o escucha sobre este, él pueda tomarlo como un asunto de moda o superficial. Y no está mal, lo está conociendo porque su obra se hizo famosa”, aclara.

“Pero más allá de eso existe una trayectoria de ese arquitecto, entender que su trabajo aporta conocimiento y motiva a desarrollar nuevos estilos para diferentes entornos, entre otros”.

El efecto estelar

“(Starchitect) es un término que inventaron los periodistas para condenarnos”, ha dicho el mismísimo Frank Gehry, consciente de que es uno de los que encabezan la lista de los arquitectos estrellas. El más famoso de los edificios de un starchitect es el suyo: el Museo de Guggenheim, en Bilbao.

Aunque las críticas señalan que su estilo es repetitivo e irrespetuoso con el contexto local, la construcción logró un efecto no contemplado en su diseño. “Alguien (una persona vinculada a la política) me dijo que el complejo ayudó a cambiar el clima político del País Vasco, ¡y quería lo mismo para el suyo!”, cuenta Gehry en una entrevista para el Finantial Times.

La zona del museo ganó notoriedad y crecimiento, algo que Gehry nunca predijo, así como el prestigio que trajo su estampa al sector. Ese es un factor que también determina la esencia de un arquitecto célebre. De ahí que los ídolos de la arquitectura sean apetecidos por los municipios por la idea de que sus edificios puedan activar la regeneración urbana en sectores deprimidos.

¿Nueva generación?

Ha llegado el cambio de guardia, afirma Aaron Betsky, autor y crítico de arte, arquitectura y diseño y decano de la Escuela de Arquitectura Frank Lloyd Wright. Para él, hay un nuevo grupo de diseñadores que están consiguiendo las posiciones más altas y las obras más importantes. “Te hace olvidar las batallas de los grandes titanes por poner su estampa en un edificio”.

Entre esos nombres destaca al norteamericano Joshua Prince-Ramus, principal de la firma REX, escogido para reconcebir el diseño del centro de artes escénicas del World Trade Center en la zona cero, el cual fue proyectado inicialmente por Frank Gehry hace diez años. También considera al joven danés Bjarke Ingels (Bjarke Ingels Group), a quien el Wall Street Journal ya considera una estrella del diseño.

Y de América Latina menciona al chileno Alejandro Aravena, quien no hace poco fue nombrado primer director latinoamericano de la Bienal de Arquitectura de Venecia.

“Lo que más debe importarnos de esos nombres es su trabajo y si hace de nuestro mundo un lugar mejor, en todo el sentido de esa palabra”, concluye Betsky.

“Es bueno sorprenderse por nombres o formas que uno no conoce o reconoce fácilmente, pero es mejor cuando esas obras abordan problemáticas de interés social, ambiental y estética, mostrándonos nuevas formas de usar los métodos y las tradiciones. No importa si son nombres reconocidos o noveles autores que apuntan a las estrellas”. (G.Q.) (I)

Quién será...

Recién en marzo se conocerá al ganador del Prikster 2017. El año pasado, el chileno Alejandro Aravena (foto) obtuvo ese galardón. Una encuesta del portal ArchDaily nomina a Aravena, David Chipperfield, B. Ingels y S. Calatrava a esa distinción.
 

Poder arquitecto

El Instituto Americano de Arquitectura (AIA), al cual pertenecen varios de los célebres ‘starchitects’, busca promover la arquitectura a través de la educación, recursos de la industria y conectando a los profesionales de esa rama en todo el mundo.
 

 

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