El portal invisible de Natura Futura

09 de Julio de 2017
  • El mirador consta de una fachada de espejos para mimetizarse con el espacio.
  • Por dentro, el Portal invisible guarda una estructura y composición de madera que le da soporte. Cortesía: Natura Futura
  • El Portal invisible se proyecta al filo de un barranco detrás de una vivienda en la comunidad de Guapuloma (Bolívar).
  • Junto a estas líneas se puede apreciar cómo fue estructurado.
Gisella Quintana B.

El Portal Invisible es un mirador que intenta animar las actividades en una comunidad a través de sus encantadas vistas.

Resulta un poco poético tratar de explicar uno de los últimos proyectos que enarbola el estudio de arquitectura Natura Futura: es un elemento que está ahí, sobre el páramo andino, pero parece que no estuviera. Es de madera, pero por fuera se camufla con el entorno para no romper con la ilusión agreste del sitio y el encanto de su neblina envolvente. Que parece ser invisible, pero al mismo tiempo busca ser útil para la comunidad, con la libertad de ser usado como desee.

Se trata del Portal Invisible, una pequeña plataforma dispuesta a modo de mirador casi al filo de un barranco que limita el patio de una vivienda de agricultores. Esto ocurre dentro de un pequeño caserío en la comunidad de Guapuloma, de la cual muy poco se conoce a menos que uno viaje directamente a ese rinconcito escondido en la parroquia Bilován (cantón San Miguel, en la provincia de Bolívar).

Intervención arquitectónica

La pieza es una caja abierta casi cuadrada fabricada en madera mayormente reciclada, tras ser obtenida de pallets desechados. Todo esto sobre una estructura de tablones y sellado con diésel quemado para que sobreviva a las condiciones del lugar, que mezcla bajas temperaturas con humedad.

Está cubierta por una piel de espejos, “un recurso simbólico milenario de varios significados, que le ayuda a mimetizarse con el entorno”, planchas con una dimensión de 2,50 metros de ancho y 3 de largo, en un diseño plano y minimalista. Ocupa un área de 13 metros cuadrados.

La obra es parte de una serie de intervenciones que Natura Futura ha iniciado en distintos sectores del país, buscando integrar a los individuos con la arquitectura. Por ejempo, uno de ellos es un paradero que estaba en desuso en una avenida del centro de Ibarra, el cual fue revivido con madera y caña guadúa.

“Las visitas a este mirador natural para usarlo como punto de reunión y descanso sobre la hierba, la integración de las comunas aledañas y gente de paso justificó esta intervención para ofrecer un objeto que mistifique dignamente su uso”, puntualiza la descripción de la obra.

Pero el ‘portal’ también surge de las inquietudes del director de ese estudio radicado en Babahoyo: el arquitecto José F. Gómez. Guapuloma ha sido, y lo es más ahora gracias al mirador, punto de parada para los viajeros que añoran la Sierra, especialmente quienes ascienden a la región andina por la vía Babahoyo-Guaranda. Esa pausa, a nivel del kilómetro 44 de la carretera, nunca le ha faltado a Gómez en sus paseos de niño y menos ahora.

“Justamente en ese lugar se abre el paisaje para verlo casi a 180 grados. Siempre puedes bajarte allí para observar el atardecer y ver las nubes como una sábana sobre el escenario verde”, menciona. “Siempre tuve la idea de desarrollar algo ahí, generar un tipo de mirador para que otras personas puedan disfrutar lo que una vez vivimos quienes nos detenemos ahí”.

Quienes se desplazan a Riobamba o a Ambato, pasando Balsapamba, han experimentado la vista en ese sector también conocido como el de las Nubes encantadas. Encantadas, porque parecen tocar los pies y crear espejismos de caminatas en el cielo, gracias a la pesada condensación del agua en el aire.

Xiomara Crespo, guionista y directora de arte, guarda una de esas gratas impresiones. “El Portal invisible es de esos pocos lugares que se queda con una parte de ti, que llevas contigo y siempre quieres volver, para sentirte 15 centímetros más arriba del cielo. Es increíble cómo se integra a la montaña sin invadir nada, solo está ahí para recordarte lo majestuosa que es”, recuerda de su primer recorrido en el sector.

Un reflejo reactivador

El concepto de los reflejos en la arquitectura había sido estudiado por Natura Futura desde hace años: cómo insertar efectos simétricos, lo invisible que ‘está ahí’, la mirada a uno mismo, las tetras ópticas en la cotidianidad.

De hecho ese fue el eje de otra propuesta, un puente peatonal invisible sobre un río en el municipio Chongqing, en China, el cual resultó finalista en el concurso internacional Future Architectures Sc2012, organizado por la revista española Future Arquitecturas. “El reflejo como medio, reproducción en tiempo real, reinterpretar lo ya interpretado”, resume el proyecto.

Inspirados en esas reflexiones, un grupo de colaboradores junto con Gómez idearon la estancia con espejos, lista desde hace 6 meses aproximadamente. Ese mirador ahora ayuda a reactivar Guapuloma en el mapa, afirma Gómez. “A partir de ese elemento, las personas de la comunidad empezaron a vender tortillas los domingos, cuando está despejado los viajeros acuden a tomarse fotos o suben con las llamas”, detalla. “Guapuloma empieza a ser nombrado, deja de ser un sector que estaba casi anónimo”.

La construcción se fundó con la autogestión de sus integrantes y tomó tres días. “Nuestro plan es que el gobierno de la provincia de Bolívar ahora tome la batuta no solo para darle mantenimiento a la estructura, sino que vea la intervención como algo importante para el sector y poder reformarlo como algo duradero”. (I)

Proceso constructivo

Duró tres días, se aprovechó el tiempo no solo para levantar el mirador, sino para gestionar recursos y convivir con la comunidad. Estuvieron a cargo Ramón Vivanco, Nathaly Gaona, Fausto Quiroz y Herman Laroze; dirección: arquitecto José Gómez.
 

Estudio Natura Futura

José Gómez es el director del estudio Natura Futura (Babahoyo). “Nos interesa entender y adaptarnos a los procesos que se generan en acciones cotidianas, como los materiales comunes y alternativos que se convierten en entornos activos”.
 

Importantes aportaciones

Este proyecto es parte de una serie de intervenciones autogestionadas que la oficina de Natura Futura ofrece periódicamente como una manera de fomentar la experimentación, avivar el espíritu de reflexión y trabajo colectivo.
 

Reflejos y más

El despacho ya había estudiado el concepto del reflejo en la arquitectura, en la propuesta de un puente peatonal invisible sobre un río en China, finalista en el concurso Future Architectures Sc2012, de la revista Future Arquitecturas.
 

 

  Deja tu comentario