A gran escala
La construcción está explorando las propiedades de la impresión 3D para mejorar y renovar las técnicas que producen casas, edificios y obras públicas.
La era digital se caracteriza por lo inmediato: todo es más rápido y está más cerca. Y con la impresión 3D aparentemente también todo es posible. Los efectos de esta tecnología se están explotando en todo tipo de aplicaciones, en especial y con altas expectativas en la medicina, con la producción de prótesis y la ingeniería de tejidos.
El último esfuerzo de la fabricación tridimensional ha llegado a la construcción. Su mayor atractivo, en todos los casos, es un significativo ahorro del tiempo necesario para edificar. Por ejemplo, la compañía china Winsun aprovecha esta cualidad para levantar 10 casas en un solo día.
‘Impresora’ para construir
A los constructores de Winsun se les atribuye el desarrollo de la primera impresora 3D para la construcción: un dispositivo que imita a un brazo robótico sobre una plataforma, mide 6 metros de alto, 10 de ancho y 40 de largo.
Emplea una tinta hecha de cemento, arena y fibra reciclados, junto con un aditivo patentado. La máquina expulsa la tinta en capas para formar paredes y otros componentes. Luego, las paredes se ensamblan en el sitio.
Winsun también está detrás del primer edificio de oficinas impreso en 3D que se inauguró en Dubái en el 2016.
Proyecto ‘Hito’
Un equipo de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Holanda) ‘imprimirá’ una urbanización de hormigón en el 2019. Es el proyecto Project Milestone, de la constructora holandesa Van Wijnen. Empezará con 5 casas.
Se basa en el proceso chino: apilar capas de concreto hasta formar un muro, incluyendo tuberías e instalaciones. Así no se necesitan moldes de cemento y acorta la necesidad de mano de obra, por lo tanto también esos costos.
También en Holanda
Después del trabajo, muchos sueñan con relajarse en una bañera y meterse a la cama. Con esa idea en mente, el estudio DUS Architects imprimió una cabina urbana diminuta de 25 m2 en una antigua área industrial de Ámsterdam para que cualquiera pase la noche.
La casa consta de un dormitorio y un baño, y fue esculpida con elementos bioplásticos (derivados de vegetales). La verdadera intención de sus arquitectos es mostrar cómo la fabricación aditiva puede ofrecer soluciones para la vivienda temporal, como en desastres. Después del uso, el material puede triturarse para nuevos diseños.
Puente de Madrid
El primer puente peatonal impreso en 3D está en Madrid. La estructura, inaugurada por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, en hormigón microrreforzado cruza un riachuelo y mide 12 metros de largo y 1,75 metros de ancho. La construcción tomó un año y medio desde su concepción.
Areti Markopoulo, directora Académica del IAAC y del proyecto, explica el desafío del diseño: el tamaño. “Las dimensiones máximas de la pieza que podemos imprimir con esta máquina son 2x2x2 metros”. Eso claramente influye en las estrategias de diseño en esta industria en crecimiento. (G.Q.)
Fuentes: Plataforma Arquitectura, Dezeen y Abc.es
Tomando como ejemplo a la empresa Apis Cor 3D, que ofrece diseños personalizados de 38 m2 en 24 horas y con un costo aproximado de $ 275 el m2, se puede señalar que este tipo de tecnología es útil para la construcción de viviendas emergentes o tipo VIP (Viviendas de Interés Público). De igual manera, resulta en reducidos costos de mano de obra.
“Sin embargo, la disminución de obreros incrementaría el nivel de desempleo en la industria”, añade Galárraga. Los construcotres también estaría obligados a capacitar a sus trabajadores sobre el nuevo proceso constructivo y el manejo de la maquinaria. “A esto se suma el alto costo de la maquinaria y la problemática del traslado y montaje al sitio de trabajo”. Es por esto que la mayoría de los proyectos imprimen piezas prefabricadas de hormigón.
“En resumen, la impresión 3D puede impactar de manera positiva en el mercado”, puntualiza el arquitecto, siempre y cuando, agrega, se logre optimizar los procesos constructivos para la ejecución de las obras in situ.