¿Sirve realmente saber el índice de masa corporal?
Usado para determinar si el peso de una persona es saludable, la confiabilidad del IMC (Índice de Masa Corporal) ha sido puesta en entredicho en los últimos tiempos.
El cálculo del IMC (Índice de Masa Corporal) se hace tomando el peso de una persona (en kilos) y dividiéndolo por su estatura al cuadrado (en metros). Al notar que su IMC reflejaba sobrepeso, el doctor y presentador de la BBC Mark Potter investigó la efectividad del índice, comparándolo con otros métodos para medir la grasa del cuerpo.
Su búsqueda lo llevó al consultorio de Anita Albreck, una fisiculturista y entrenadora personal. Allí le midieron los pliegues cutáneos del cuerpo y se determinó que Potter tenía el 21% de grasa corporal. De sus 90 kilos, 18,5 kg eran grasa, por lo que aparentemente no reflejaba un mayor sobrepeso.
Potter también se sometió a una densitometría ósea (DEXA), con la cual se conoció que tenía el 30% de grasa. Por lo tanto, su porcentaje de grasa reflejó cierto sobrepeso que, en su caso, estaba acorde con el 25,5% que indicaba su IMC (hasta 24,9% se considera normal).
Grasa visceral
Una de las ventajas del DEXA es que puede separar la grasa exterior de la interna, destacó Jimmy Bell, experto en distribución de grasa y metabolismo. “Si la grasa es exterior, lo que llamamos tejido adiposo subcutáneo, alrededor del vientre o la cadera, se considera que es protectora y no tan peligrosa como la interior o visceral, es decir, la que rodea los órganos internos, el hígado, el páncreas, los riñones”.
Y en ese sentido el IMC no puede reflejar en qué zona está acumulada la grasa. “Hay personas que tienen un IMC normal, es decir, entre 20% y 24,9% y creen que están sanas, pero pueden tener de 4 a 5 kg de grasa visceral... esos depósitos conllevan un mayor riesgo de ciertos tipos de diabetes y cáncer”, agregó.
Bell resaltó el caso contrario: los luchadores de sumo. “Tienen un IMC de 50 hasta 56, pero cuando se observa su grasa visceral la cifra es realmente baja”. Bell también explicó que el IMC se desarrolló inicialmente basado en un grupo de hombres caucásicos. “Para ellos el índice funciona bien, pero luego fue extendido a una población mayor. Entonces no funciona tan bien si eres demasiado obeso, demasiado flaco, si eres de distinto género o etnia”.
Caso individual
Los expertos sí coinciden en que el IMC sirve para observar poblaciones generales, ya que permite generar promedios. Además, durante mucho tiempo el sobrepeso ha sido determinado por el IMC. Pero no cuando se aplica a casos individuales como en personas con demasiada grasa interna. Y la forma más rápida de eliminar esa grasa visceral es a través del ejercicio. “El ejercicio elimina la grasa interna primero y luego la externa. Por eso la gente tiende a decepcionarse porque la forma del cuerpo no cambia tan rápido como, por ejemplo, con una dieta. Pero desde el punto de vista fisiológico y de salud, el efecto es más rápido y mejor que si solo se hace dieta”.
A Potter la investigación le sirvió para cambiar su percepción sobre el IMC. “Funcionó para mí. Nunca le di importancia, pero ahora sé que refleja un problema real de peso, así que debo hacer algo”.
En su caso significó regresar al consultorio de Anita Albreck, la fisiculturista y entrenadora personal, para ver cómo rebajaba su 30% de grasa de más. (F)