Con Kevin Spacey: Caminar sobre el agua

16 de Noviembre de 2014
Mónica Almeida | Desde Las Vegas, EE.UU

El oscarizado actor estadounidense brindó una charla en un evento de tecnología de IBM.

“Si hay algo en lo que los negocios y el arte se conjugan es que, al final, quienes corren riesgos y aprovechan las oportunidades serán los ganadores... Y por eso les digo: No traten de mantenerse a flote, intenten caminar sobre el agua”.

Con estas palabras que arrancaron aplausos y aclamación, el multifacético Kevin Spacey terminó su charla de experiencia de vida frente a unos 13 mil espectadores en octubre pasado, durante la convención de Datos y Analítica de la multinacional IBM (Insight 2014).

Por casi 40 minutos, Spacey, quien es bastante mal hablado, relató algunos momentos relevantes a lo largo de su vida, que ha sido una constante búsqueda de su propia voz, dos de ellos relacionados directamente con una nueva manera de entender el mundo a través de internet y del análisis de datos.

Para el dos veces ganador del Óscar, la tecnología está rompiendo esquemas de una manera que aún no alcanzamos a imaginarnos y él ha sido parte de este cambio. Precisamente su participación como productor y protagonista de la serie de televisión House of Cards fue uno de esos momentos clave para Spacey.

La serie, que cuenta la vida del congresista norteamericano Frank Underwood, sus venganzas y manipulaciones políticas, fue rechazada por las grandes cadenas norteamericanas hasta que llegó a manos de Netflix, el canal de internet que comenzó como un simple servicio de alquiler de películas a domicilio.

La temporada de 13 episodios se subió a la web en streaming a partir del 1 de febrero del 2013 y fue un éxito total, al punto que el modelo ya está siendo copiado por HBO y otras grandes cadenas de televisión por cable.

“Me han dicho que la primera temporada de la serie costó 100 millones de dólares y como buen político no puedo afirmarlo ni negarlo”, dijo Spacey, adoptando el tono de voz de Underwood. Pero –explicó– Netflix pudo lanzarse a esta aventura, que para otros era una locura, porque el análisis del big data que manejaba decía que iba a ser un éxito.

Spacey no entró en detalles de cómo funciona el programa de algoritmos de Netflix para analizar los hábitos y gustos de sus suscriptores; lo que sí aseguró es que la empresa sabe cómo hacerlo al punto de que hasta adapta los tráileres de una serie según el usuario al que van dirigidos.

Y cuando muchos predecían que Netflix nunca se recuperaría de esta enorme inversión, al final de la temporada de House of Cards la firma había ganado 17 millones de suscriptores, inaugurando así un nuevo modelo en el negocio del entretenimiento.

Lo que no contó Spacey es que parte de la tecnología que usa Netflix para comprimir y descomprimir los bits de información que se suben a la nube proviene de IBM, compañía que le está apostando fuerte a soluciones informáticas relacionadas al análisis de datos.

Y de Netflix, Spacey saltó a contar su experiencia como actor en la realidad virtual del videojuego de guerra Call of Duty. Advanced Warfare.

El actor de 55 años, que sigue en búsqueda de su propia voz, decidió aceptar el reto de protagonizar el videojuego que llega a un público para el que seguramente él era un completo desconocido.

“Y ahí estoy yo, vestido de negro, con un casco que tenía cámara, con otras 36 cámaras a mi alrededor, practicando todas las expresiones de mi cara, con unos puntos verdes de dots y una luz que me da de lleno en el rostro... Y me digo: he recorrido un largo camino largo”, relató el actor.

“Y en efecto, el director me da las instrucciones: ‘Agarra este tubo, salta por estas cajas y te sientas en esta silla’; hago lo que me dicen, pero cuando veo lo que sucede en la pantalla, allí yo tengo mi mano encima de un helicóptero, salto del aparato y caigo en un jeep que arranca en ese momento. Y me digo ¡Wow!”

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