Sebastián y Javier a Miami

26 de Febrero de 2012
  • Los cineastas ecuatorianos Sebastián Cordero (i) y Javier Andrade.
  • Andrés Crespo, encarna a ‘Blanquito’ en la película Pescador del cineasta quiteño Sebastián Cordero.
  • Los guayaquileños Francisco Savinovich (izquierda) y Leovanna Orlandini en una de las escenas de Mejor no hablar de ciertas cosas.
Diana León Álvarez, en Quito. Fotos: Carlos Granja

Del 2 al 11 de marzo cinco películas ecuatorianas participarán en el Festival de Cine de Miami. La Revista entrevistó a los directores Sebastián Cordero y Javier Andrade, quienes presentarán los filmes Pescador y Mejor no hablar de ciertas cosas.

“Estamos tal vez en el periodo más saludable de la corta historia del cine ecuatoriano y creo que el país  tiene un cine de autores en donde todo el mundo tiene una propuesta muy personal y ahora estamos viendo los frutos”. Así describe el cineasta manabita Javier Andrade el ambiente cinematográfico que actualmente se respira en Ecuador.

Parte de esos frutos cinematográficos se exhibirán este año en el Festival Internacional de Cine de Miami que se desarrollará en esa misma ciudad del 2 al 11 de marzo.
Ecuador presentará cinco filmes: Pescador, del cineasta quiteño Sebastián Cordero, Mejor no hablar de ciertas cosas, del director manabita Javier Andrade, quien también presentará el documental La casa del ritmo que está basada en la trayectoria de la banda venezolana Los Amigos Invisibles. También la cinta En el nombre de la hija, de la directora Tania Hermida y el corto Cel zombis, de Jorge Luis Miranda.

Pescador es la quinta película de Sebastián Cordero y está protagonizada por Andrés Crespo y la actriz colombiana María Cecilia Sánchez en el papel de Lorna.

La cinta narra la historia de Blanquito, un pescador del pueblo El Matal, en Manabí, quien se encontrará una mañana con un cargamento de cocaína  y este se convertirá en su boleto de salida de aquel pueblo en donde nunca encajó. Así, iniciará una travesía con Lorna por varias ciudades  del país en búsqueda de una mejor vida y de su padre al que nunca conoció. 

“Siempre es muy especial presentar una película en el extranjero y en este caso siento que para mí Pescador es el regreso a contar una historia más local y más anclada a un mundo que siento muy mío… Ir y presentarla tiene cierto encanto, sobre todo, el mostrar tu trabajo ante un público  diferente siempre genera la curiosidad  de cómo la gente la va a recibir”, expresa.

Para Javier, este Festival será su gran debut a nivel internacional. Y lo será por partida doble. Él  exhibirá su primer largometraje Mejor no hablar de ciertas cosas, protagonizada por los guayaquileños Francisco Savinovich y Leovanna Orlandini; y el documental La casa del ritmo.   “Para mí es una situación fantástica, estoy muy feliz y el hecho de que estén las dos cintas me da mucha intriga  ver cómo reaccionará el público para ambas”, expresa Javier. “El estar en un festival es como ir a la graduación, de alguna manera, y creo que Miami es una buena plaza para el cine de Latinoamérica”, agrega.

En Mejor no hablar de ciertas cosas, Andrade cuenta la  historia  de dos hermanos: Paco ( Francisco Savinovich) y Luis (Víctor Aráuz) quienes pertenecen a una familia acomodada pero con vicios. Ellos robarán a su padre un caballo de porcelana para comprar droga, pero este acto desatará una terrible cadena de consecuencias  que los perseguirá el resto de  sus vidas.

Doble protagonismo

En ambos filmes, los espectadores encontrarán una cara familiar. Se trata de Andrés Crespo, quien encarna a Lagarto, un vendedor de drogas en la película de Javier y a Blanquito, el pescador protagonista de la película de Sebastián.

“Para Pescador pensé que sería chévere trabajar con alguien que tuviera  soltura para los diálogos, esa chispa y Andrés me pareció perfecto”, comenta Sebastián.

“De hecho el personaje se desarrolló para Andrés. Juan Fernando Andrade - hermano de Javier- quien escribió la crónica original me dijo: ¿qué tal si la adaptamos para que este tipo sea alguien que nunca encajó en El Matal?... y en unos minutos me dijo toda la biografía del personaje que cuadraba muy bien y que me permitía trabajar con Andrés”, revela.

Y es precisamente esa naturalidad y espontaneidad la que consideran la mayor ventaja dentro de los recursos actorales de Andrés.

“Y eso es lo que uno siempre está buscando como director, que cada escena tenga vida, realidad a través de su naturalidad y eso es algo que Andrés lo tiene clarísimo”. 

En el caso de Javier, Andrés Crespo comenzó ayudándolo en el casting de la película hasta que decidieron probarlo para el papel de Lagarto. A pesar que, de acuerdo con Javier, este personaje no representaba la esencia de Andrés.

“Él es un gran improvisador, él usa mucho su lenguaje y esa es  una de las fortalezas como actor pero en mi película eso no ocurre mucho y de hecho la mejor escena de él es una escena totalmente silente en que él está viendo algo por televisión y reaccionando  y para mí esa fue su superactuación”, dice Javier.  “Yo estoy orgulloso de él y estoy seguro que después de Pescador va a ser una estrella de cine, nada  menos”.

“Siempre es  especial presentar una película en el extranjero y en este caso siento que Pescador es mi regreso a contar una historia más local  y más anclada a un mundo que siento muy mío…”, Sebastián Cordero.

Pescador

Cine ecuatoriano, en su mejor momento

Ambos cineastas coinciden en que Ecuador atraviesa por un periodo de efervescencia creativa en el mundo del cine, por eso enfatizan que se deben tomar las medidas para garantizar la continuidad de la producción del cine ecuatoriano. “Hay muchas óperas primas muy prometedoras, propuestas muy interesantes de gente muy preparada que ha estudiado en Argentina, Estados Unidos o Europa y que ahora están moviéndose muy activamente. Es un momento de mucha vitalidad”, subraya Sebastián.

“Creo que lo que propone el Ecuador es muy avanzado en relación a la juventud de su cine”, agrega Javier. “Además, está claro que el público va a ver el cine nacional  y talvez  se deba a un sentimiento de patriotismo, pero creo que, sobre todo, es por la calidad de las películas y esto no puede ser ignorado, porque significa que algo se está haciendo bien y hay que tomar medidas que garanticen el desarrollo de estos trabajos porque hasta ahora son esfuerzos  titánicos”, enfatiza.

Respecto a esta nueva generación de cineastas jóvenes, Sebastián les aconseja que apuesten por lo propio.  “Hoy en día uno necesita tener algo que te distinga del resto. Para que la gente se conecte con una película debe ser algo especial y hay que apostarle a lo que hace única tu película aunque eso parezca arriesgadísimo”. Javier agrega: “Hacer una película que solo uno puede hacer, si quieres hacer una película de gángsteres ¡perfecto!, pero pensar: ¿cuál es la película que yo puedo hacer? No la que puede hacer Coppola o Scorsese”, recalca.

La película de Sebastián se proyectará los días sábado 3 y  lunes 5 de marzo en el Festival y la de Javier, el domingo 4 y el miércoles 7. A nivel nacional está previsto que Pescador se estrene el próximo 30 de marzo en los cines locales, mientras que Mejor no hablar de ciertas cosas aún está definiendo su fecha de  estreno. “El festival de Miami es un Festival que ha pasado por muchas transformaciones, Ratas (Ratones y Rateros) se presentó allí cuando era un Festival muy pequeño, muy secundario y he visto cómo se ha ido desarrollando. También siento mucha curiosidad por ver las otras películas que están en la competencia”, expresa Sebastián.

“Yo todavía no asimilo cómo se verá mi película en una pantalla grande”, dice entre risas Javier. “Es la conclusión de siete años de mi vida tratando de hacerla y de casi un año de trabajar sin parar y básicamente sin dormir y yo solo quiero verla en la sala y que la gente perciba el gran trabajo que se ha hecho en la Dirección de Arte, porque hay un trabajo de fotografía muy interesante y, sobre todo, hay grandes actuaciones”.

“Para mí es el debút de dos películas y el estar en un festival es como ir a la graduación y creo que Miami es una buena plaza para el cine latinoamericano”, Javier Andrade.

Mejor no hablar de ciertas cosas

 

Andrés castillo

El Festival de Cine de Miami tiene un rostro ecuatoriano dentro de su staff. Se trata del guayaquileño Andrés Castillo, quien colabora con ellos desde el 2007 y que actualmente es parte del staff a cargo de  del contenido del Festival,  su desarrollo creativo y de gran partede la programación. Respecto a los filmes que se presentarán este año comenta: “Son películas de gran nivel, y es un honor para el Festival el poder realzar el trabajo de los cineastas ecuatorianos.  Yo he seguido muy de cerca la evolución del cine de mi país, y me agrada la mezcla que presentamos.

Me parece que el apoyo del Gobierno para con la producción del cine del Ecuador es bastante palpable y sé que hay muchos proyectos que se están trabajando en este momento”, dice.

 

ANDRÉS CRESPO

Actor guayaquileño quien describe su incursión en el mundo de la actuación como un proceso espontáneo. “A los 26 años escribí un guion basado en la novela Sueño de Lobos, de Abdón Ubidia, he hecho varios cortometrajes y después actué en un par de episodios de series en la televisión”, relata.

Andrés encarna a Blanquito en la película Pescador, de Sebastián Cordero, y a Lagarto en Mejor no hablar de ciertas cosas,  de Javier Andrade. Sobre ambos personajes el actor comenta: “Para Blanquito pensé lo menos posible y solo hice lo que me tocaba hacer en el momento preciso. Con Sebastián contando esa historia, lo único que podía hacer era mantenerme veraz en todo momento y con Lagarto más bien me enfoqué en  la historia para entender la motivación del personaje”.

Añade que se encuentra muy feliz por la presentación de ambos filmes  a nivel internacional. “Javier y Sebastián son planetas distintos. Pero ambos tienen una voluntad inquebrantable de hacer sus películas y eso es lo que es un artista, el resto es cuento. Es una suerte gigante que existan y para mí es un placer brutal el trabajar con ellos”, subraya.

 

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