En San Valentín: Canciones que enamoran
Parejas de distintas generaciones recuerdan las canciones con las que se enamoraron y conquistaron. ¿Cuál es ‘su canción’? Escríbanos su historia a larevista@eluniverso.com
No todos los seres humanos nacen con la facilidad para componer. Pero los que sí, han creado hermosas estrofas y melodías que, al escucharlas, son capaces de inspirar magníficos sentimientos y sueños.
Y los otros, se sirven de estas composiciones para revelar sus afectos e intereses a la persona que ha comenzado a apoderarse de sus pensamientos.
Esta técnica les ha funcionado históricamente a muchos enamorados y también a estas tres parejas guayaquileñas, que siguen celebrando aniversarios. Ellos nos comparten las canciones que conectaron sus sentimientos y finalmente, sus vidas.
Francisca Idrovo (70) y Julio Romo-Leroux (75)
Ellos se enamoraron en la época de las serenatas. Una noche, Julio se armó de valentía y tras mucho ensayar se lanzó a cantarle en el portal de su casa. “Fui a darle un sereno, pero sin guitarra, sin acompañamiento, como se dice vulgarmente, a grito pelado”, recuerda Julio, entre risas. Era casi medianoche y todos dormían en el domicilio de Francisca (entonces ubicado en el barrio Orellana), pero la voz de Julio los alarmó a todos. “¡Cuidado la niña!”, gritó la abuelita, quien había quedado a su cuidado. ¿El tema elegido? Despierta, interpretado por Pedro Infante.
“Despierta dulce amor de mi vida/ despierta si te encuentras dormida. Escucha mi voz vibrar bajo tu ventana/ en esta canción te vengo a entregar el alma”, entona durante la entrevista Julio, quien aún conserva su voz, con la cual suele deleitar a sus amigos y familiares en reuniones. Esa fue una de las primeras canciones que marcaron su relación. Hoy ya se han dedicado otros temas, entre ellos, Toda una vida, del trío Los Panchos. Ellos se casaron el 29 de abril de 1967, y el próximo año celebrarán su aniversario 50. ¡De seguro Julio le tendrá otra serenata!
Miguel Montalvo (44) y Wendy Ramírez (44)
Lo cuentan como si hubiera ocurrido ayer. Celebraban el cumpleaños de Miguel, entre varios amigos, en una discoteca en Urdesa. Entre esos amigos estaba Wendy y él la invitó a bailar una balada: Castillo azul, de Ricardo Montaner. “Mientras bailábamos, muy juntitos, le cantaba la letra al oído”, recuerda Miguel. “Fue la música, el ritmo, la interpretación que sonó en el momento adecuado, junto a Wendy... y a ella le gustó mucho”. Ella también tenía un torbellino de emociones en la pista de baile. “Mientras escuchaba la canción, pensaba que sí me gustaría tener una historia de amor con Miguel, me gustaba mucho...”, recuerda Wendy. Y así, en la mitad de alguna estrofa, se dieron su primer beso.
Ellos se casaron en 1998 y durante la noche de la fiesta, no podían dejar de recordar el tema que los unió. “Aproveché para pedir que la pongan y la bailamos como corresponde. Ahora, cada vez que suena en la radio, o en YouTube, nos recuerda ese mágico momento en que inició nuestra aventura de vida”, dice Miguel.
Francisco Chimbo (34) y Andrea Cevallos (31)
Ellos residen actualmente en Chile, en la ciudad de Santo Domingo, y el 4 de febrero de este año recibieron a su primer hijo: Braulio. Aunque han logrado un hogar muy feliz en ese país, su relación tuvo que superar un tiempo a distancia. En 2008, Francisco viajó primero desde Guayaquil a Chile, en busca de oportunidades laborales, y Andrea se quedó en esta ciudad, cursando una maestría. Aunque tuvieron dificultades, tres años después, decidieron casarse y así ocurrió el 22 de septiembre de 2011. El 23, Andrea se mudó definitivamente a Chile “y desde entonces vivimos nuestra eterna luna de miel”, dice Francisco.
¿Su canción? Al borde, de la agrupación ecuatoriana Krucks en Karnak. Ambos escuchaban ese tema mientras eran solo compañeros de trabajo en un laboratorio de Guayaquil. Andrea recuerda que las largas horas de trabajo y análisis, fortalecieron la amistad y sembró el amor.
“Al borde del fracaso, a un paso de tu amor me va pasando el tiempo, llegando desde el cielo, como un reloj de sol. Tan lejos de la vida, tan cerca de tu voz, apoyado en mis rodillas, llenándome de astillas, de desesperación...”, dice la canción.
Su contexto hacía que se dedicaran el tema por Messenger (sistema por donde se comunicaban). “Ya que la distancia y los contratiempos hacían que la relación se tornara difícil. Lo nuestro empezó justamente tres meses antes del viaje de Francisco a Chile y pensábamos que no íbamos a durar por la distancia y las dificultades”. Pero en septiembre serán 4 años de haber triunfado. (E)
Despierta dulce amor de mi vida/ despierta si te encuentras dormida. Escucha mi voz vibrar bajo tu ventana/ en esta canción te vengo a entregar el alma”.
Despierta,
Pedro InfanteVen y te explico lo que somos en nuestra habitación. Una paloma y un jilguero en vuelo de estación, emigrando al árbol del limón. Elevando un rito hasta amanecer encima de tu piel”.
Castillo Azul,
Ricardo MontanerAl borde del fracaso, a un paso de tu amor me va pasando el tiempo, llegando desde el cielo, como un reloj de sol. Tan lejos de la vida, tan cerca de tu voz, apoyado en mis rodillas, llenándome de astillas, de desesperación”,
Al borde,
Crucks en Karnak