Secuestro y secretos familiares

Todos lo saben es una mezcla de drama familiar y thriller con los esposos Penélope Cruz y Javier Bardem, junto con Ricardo Darín.

Fue la película que inauguró la 71 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes que se celebró en mayo –la primera en la lengua de Cervantes que abre ese festival desde 2004, cuando el certamen fue inaugurado por La mala educación, de Pedro Almodóvar–.

La película Todos lo saben

(Everybody Knows) cuenta el regreso a su pueblo natal en España de Laura (Penélope Cruz), junto con su esposo Alejandro (Ricardo Darín) y sus hijos, para celebrar una fiesta familiar. Allí se cruzará con su exnovio Paco (Javier Bardem). A esto se suma un hecho imprevisto que sacudirá la vida de todos.

El filme está dirigido por el doblemente oscarizado cineasta iraní Asghar Farhadi (La separación? y El viajante) con una

coproducción entre España y Francia. El origen de la historia se basa en un viaje que hizo el propio realizador por el sur de España hace 13 años, cuando se encontró las calles empapeladas por el rostro de una niña desaparecida.

El certamen de cine francés destacó que en la última década Farhadi “se ha impuesto rápidamente como uno de los cineastas más influyentes de Irán y de los más reconocidos internacionalmente tanto por sus guiones como por el virtuosismo de su realismo en la puesta en escena”.

Todos conocen la “historia de amor” de Farhadi con la península ibérica. “Es el país y la cultura en la que me siento más cómodo después de mi propio país. Lo que me encanta de España es el equilibrio que habéis conseguido entre las tradiciones, que tienen su identidad propia, y la modernidad del mundo globalizado. Hay países que están yendo demasiado rápido y otros se están quedando atrás, pero este ha sabido alcanzar el equilibrio como cultura”.

Penélope en su papel más difícil

Respecto al filme, Farhadi indicó que “todo se puede resumir en dos palabras: violencia y ternura; las demás palabras solo explican esas dos”. Y sobre el personaje de Bardem, ha dicho que es “un hombre inocente, normal, atrapado en una situación difícil”.

Sobre su papel tan dramático en Todos lo saben, Penélope dijo: “Fue el papel más difícil que he hecho hasta ahora, muy heavy”, dijo en fotogramas sobre Todos lo saben. En una entrevista a El País contó también que su implicación emocional en el rodaje fue tal que “un día acabé en una ambulancia tras representar un ataque de pánico”.

Sobre el rodaje, Cruz ha dicho: “Me apetece trabajar con directores que arriesgan, ya sabes mi punto raruno. Cuando me llamó Farhadi, cuyo cine amo, y me dijo que iba a escribir para mí, me emocioné. Asghar es muy especial, de una sensibilidad... Todos lo saben no fue una experiencia fácil ni agradable, pero han sido los compañeros y Asghar los que me han ayudado a sacarla adelante. Es un director muy exigente, pero también una de las personas más respetuosas y cariñosas que conozco. Como actriz quería ser capaz de dárselo todo y que cada día se fuera satisfecho del rodaje, pero cuando acabamos la película sentí que ya no podía más. Es el papel más difícil que he hecho nunca, pero también una de mis mejores experiencias”, destacó la actriz madrileña.

“A mí lo que más me llamó la atención es cómo se instala la sospecha en un grupo de personas que dicen y sienten conocerse muchísimo. Cuando algo ocurre y todos nos convertimos en sospechosos, vemos una vez más cómo el ser humano es fruto de las circunstancias que le toca vivir”, destaca por su parte el actor argentino Ricardo Darín.

Con Ricardo y Javier

Darín también comentó cómo fue filmar con un director iraní dos veces ganador del Óscar. “No me guío por los premios... Sus trabajos me impactaron siempre por el tratamiento especial con los actores. Es un tipo obstinado y obsesivo en el mejor sentido de ambos términos. También es abierto, generoso, curioso, se permite el espacio de la consulta, tiene muy claro qué no quiere y puede permitirse alguna duda respecto de lo que en principio sí quiere. La verdad, es un maestro. Es un tipo joven que ha hecho de todo, tiene un impresionante camino recorrido. Se supone que todo el mundo espera mucho de uno porque las sabemos todas, pero con Farhadi íntimamente te das cuenta de que lo mejor que podés hacer es aprender. No hubo barrera idiomática. Las charlas proviniendo de culturas con parámetros tan distintos fueron generando un vínculo muy rico, abierto y generoso”.

Para Javier Bardem, “en esta película –el director– juega por primera vez con el elemento del thriller. Estás toda la película intentando saber cuál es la respuesta al misterio”.

El protagonista de No es país para viejos (2007) explicó que, de alguna manera, también el actor debe desaparecer al entregarse a la imaginación: “Es evidente que trabajas con lo que tienes, pero es importante atreverse a dar el salto imaginario, si no, sería terapia; imaginar y hacerlo no desde la cabeza, sino desde el cuerpo”. (A. C. J.)

Fuentes: imdb. cannes.com y agencias