Leonardo DiCaprio: Verdades del duro del FBI

29 de Enero de 2012
  • DiCaprio durante los Golden Globe 2012.
  • Leonardo DiCaprio es John Édgar Hoover. Aquí en una de sus etapas.
  • En una escena de J. Édgar, los actores Armie Hammer y Leonardo DiCaprio interpretan a Clyde Tolson y Hoover, respectivamente.

J. Edgar, la película de Clint Eastwood, retrata al hombre que creó el FBI. Con Leonardo DiCaprio como J. Edgar Hoover, Eastwood construye un relato intimista, que se apoya sobre todo en la vida oculta del personaje y en la relación homosexual que habría mantenido.

Ejerció su poder desde 1924 hasta 1972, casi medio siglo de vigilancia y control que marcó, y cambió, la política y la sociedad de los EE.UU. John Edgar Hoover consolidó su poder, y lo mantuvo. De allí que el actor Leonardo DiCaprio siempre estuvo consciente de la importancia de interpretar este carismático personaje.

“Lo interesante y fascinante para mí fue el punto de vista de Dustin Lance Black (guionista de Milk), de su perspectiva como escritor sobre la vida de J. Edgar Hoover. Porque yo sabía de Hoover. Hubo un proyecto, muy al principio, con el que estuve involucrado por quien estudié su pasado y su historia.

Y supongo que entendí quién era él a un nivel periférico. Pero él (Black) excavó muy profundo para este guion. Me hizo entender por primera vez sus motivaciones (las de Hoover), quién era a nivel personal, la idea del sacrificio, lo que es servir a tu país y sacrificar cualquier relación personal, cualquier vida familiar por este mismo fin. Me costó mucho trabajo llegar a entenderlo. La mayoría de nosotros como actores tratamos de entender esto. Es como decir: ¿sabes qué? es casi como convertirme en sacerdote y el FBI es mi iglesia, y lo que es importante para el FBI es importante para mí. Y si eso significa no tener vida personal quiere decir eso, no otra cosa.

Y entender las motivaciones de su madre (de Hoover) y esa especie de obsesión con la carrera profesional de su hijo. Por más de 50 años su poder fue irrestricto y su ideología en los años veinte continuó por décadas. Es como un retrato fascinante de cómo el poder absoluto corrompe de la misma forma y cómo, si no hay equilibrio en el poder de nuestros sistemas políticos, las cosas pueden resultar muy mal. Porque él hizo algunas cosas detestables al final de su vida”, dice DiCaprio.

Por las manos de Hoover pasaron la muerte de John Dillinger (famoso asaltante de bancos en EE.UU.), el secuestro del pequeño hijo de Charles Lindbergh (primer piloto en cruzar el océano Atlántico), la muerte de Marilyn Monroe, la investigación del asesinato de Kennedy, los conflictos raciales. Hoover sospechó de todo y de todos, pero con esa actitud protegió al extremo su vida privada.  Motivo por el cual se han creado interrogantes, entre ellas: ¿era o no homosexual?

La verdad

Hoover fue un personaje que controló los secretos de la gran mayoría de los influyentes de los EE.UU. Supuestamente responsable o colaborador, entre otros, de la caza de brujas contra los comunistas o los homosexuales. Paradójico, sobre todo cuando se le conocen idilios con varios hombres, entre ellos al que nombró su mano derecha en el FBI: Clyde Tolson –interpretado por Armie Hammer (La Red Social)–.

“En el fondo” –dice DiCaprio–, “la vida de Hoover es un modelo de la transición vivida por la sociedad de mi país a lo largo del mandato de ocho presidentes. Convirtió al FBI en una de las fuerzas de investigación más importantes y eficaces que el mundo haya conocido e hizo mucho para que EE.UU. dejara de ser aún el reino del wild west (salvaje Oeste) para convertirse en una nación unificada con un sistema de leyes y nuevos procedimientos para la identificación de personas, además de los cambios en la investigación forense. Quiso también que cada agente del FBI fuese un caballero, que vistiera bien, que no fumara, que no tuviera comportamientos indignos. Pero también fue un hombre obsesivo y megalómano, que veía amenazas en todas partes, sobre todo por el lado del miedo a los comunistas”, resalta el actor de 37 años.

La biografía de J. Edgar Hoover fue tocada de forma tangencial en algunas películas. La última de ellas fue Public Enemies, protagonizada por Johnny Depp y Christian Bale. Ahora es Clint Eastwood quien se metió de lleno en ello. Y fue DiCaprio el elegido para encarnar a una de las personas más influyentes del siglo veinte. Pero ¿cómo fue la tarea que tuvo Leonardo en revivir tantos años de historia en la vida de Hoover?

“Trabajamos la juventud de Hoover durante el primer mes o mes y medio. Y luego tuvimos un par de semanas hacia el final en los que hice la transición de J. Edgar el adulto, lo cual fue muy beneficioso para mí ya que había vivido su juventud y luego pasamos por el riguroso proceso del maquillaje; cinco o seis horas cada día para transformarme. Y también para tener el peso de J. Edgar, no solo a nivel físico, sino el peso de todos esos años de experiencia como para poder hacer una escena con el joven Robert F. Kennedy y poder llamarlo ‘jovencito’ y tratarlo como mequetrefe y decirle que aún está muy verde.

Fue muy benéfico para mí interpretar esos primeros años, pero al final se volvió muy claustrofóbico. Es como si tuvieras que desacelerar tu ritmo cardiaco y hacer lentos tus movimientos y cambiar quién tú eres a un nivel físico. No puedo decir que lo disfruté. Fue algo realmente difícil. Y como dije, todos los días quería arrancarme ese maquillaje, liberarme. Pero era increíblemente importante mostrar la transición de Hoover, quien se convirtió en un dinosaurio político que se aferró a sus creencias políticas por demasiado tiempo”, resalta DiCaprio.

Según los rumores, la relación entre Tolson y Hoover empezó en los años cuarenta, ya que su amistad era increíblemente estrecha: trabajaban juntos, comían juntos, salían juntos, se iban de vacaciones juntos e incluso Tolson heredó los bienes de Hoover. Una escena a la que le sigue una elipsis de 30 años resume esta posible historia de amor que se alimentó de rumores; Tolson le advierte a Hoover: “Si vuelves a ver a esa mujer (Dorothhy Lamour), jamás volveremos a las carreras de caballos juntos...”.

 

 

El director

DiCaprio habla de Clint Eastwood, el director. Es la primera vez que ambos trabajan juntos. “Tiene un ritmo  increíblemente rápido. Y es algo deliberado en él. Quiere que trabajes desde el instinto, con la mayor naturalidad, evitando cualquier artificio o sobreactuación. No le gusta perder tiempo con los ensayos. Filma rápido, con poca gente en el set y confía en el instinto del actor. Es uno de los directores más intuitivos con los que trabajé y da gusto verlo confiar tanto en lo que el actor entrega de inmediato, sin vueltas”.

Ha sido candidato tres veces al Oscar, dos como actor protagónico (Diamante de sangre y El aviador) y uno como actor de reparto (¿A quién ama Gilbert Grape?), y hasta ahora no ha obtenido la estatuilla y este año tampoco, ya que DiCaprio no estuvo entre los nominados. “Al final de cada día lo que importa es estar satisfecho por tu trabajo. El resto queda en otras manos, pertenece a otras personas. El tema está tan fuera de mi alcance que ni siquiera se me ocurre pensar sobre eso. Por supuesto hablo y hablaré a favor de la película, pero ese es mi límite. Jamás diré algo relacionado con un posible premio”.

DiCaprio actualmente está en pleno rodaje de la nueva versión cinematográfica de El Gran Gatsby, junto con Tobey Maguire, dirigida por Baz Luhrmann.

En el reparto de J. Édgar también se encuentran nombres como los de Judi Dench, Ed Westwick, Naomi Watts, Jeffrey Donovan y Josh Lucas. (A.C.J.)

 

EL VERDADERO

John Edgar Hoover nació en Washington en 1895. Fue el primer director del Buró Federal de Investigación (FBI) desde 1924. El FBI estaba conformado por  policías especiales con autoridad en todo el territorio de  EE.UU. que surgió de la necesidad de perseguir a los delincuentes y ladrones de bancos surgidos tras la gran depresión, en sus delitos interestatales. Los datos que se conocen surgen de un perfil de 1937 hecho por el periodista Jack Alexander.

Hoover fue educado en la George Washington University, graduándose en 1917  en Derecho. Se mostró como un feroz anticomunista y antisemita.  Pasado años, los archivos desclasificados mostraron que Hoover tenía agentes destinados a informarle sobre el diario actuar de políticos, científicos, deportistas y artistas en todo el mundo. Tras la muerte de Hoover (1972), el presidente Richard Nixon limitó el tiempo de mandato de los directores del FBI a 10 años.

Fuentes: Warner Bros Pictures, Agencias y www.nytimes.com

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