Kon-Tiki: La aventura continúa

03 de Marzo de 2013
  • Escena de Kon-Tiki, cuando los protagonistas sobreviven en el océano Pacífico.
  • Los directores Joachim Ronning (izq.) y Espen Sandberg (der.) junto con el actor Pál Sverre Valheim (centro).
  • Thor Heyerdahl en el filme que ganó un Óscar en 1951.

Nuevamente la legendaria balsa emprende un viaje bajo el timonel de dos cineastas noruegos.

En 1950, Thor Heyerdahl (1914-2002) dirigió un documental sobre su hazaña con una cámara de 16 milímetros, que fue filmar los 101 días que duró la travesía que partió desde el Puerto de Callao (en Lima) en 1947 hasta Tahití en la Kon-Tiki, una balsa similar a la que usaban los huancavilcas hace cientos de años. El filme ganó un Óscar al Mejor documental en 1951, convirtiéndose en la primera película noruega en ganar esa estatuilla.

Tras la expedición, a Heyerdahl le ofrecieron 200 dólares por las secuencias inéditas, pero él se negó, pues quería utilizarlas para dar conferencias. 65 años después y ahora bajo la batuta de Joachim Ronning y Espen Sandberg (ambos noruegos), la Kon-Tiki vuelve a la mar, plasmando con mayor detalle las consecuencias del viaje más importante en la vida de Thor Heyerdahl.

El filme retrata el momento cuando el mundo se sorprendió por el entusiasmo del joven antropólogo y aventurero noruego al emprender la expedición asombrosa y peligrosa: un viaje de 8.000 kilómetros a través del océano Pacífico a bordo de la balsa.

Sus investigaciones durante los años que vivió en las islas Marquesas con su esposa, le hicieron llegar a la conclusión de que la Polinesia había sido colonizada por los habitantes de América del Sur, llegando desde el Este. Contra todas las opiniones de los expertos, Thor decidió probar su teoría, realizando él mismo, el legendario viaje. Después de reproducir el diseño de la balsa original huancavilca, Thor y cinco amigos aventureros iniciaron el viaje desde Perú, teniendo que sobrevivir a las tormentas, tiburones y todos los peligros inimaginables que el océano les tenía reservados.

Kon-Tiki es considerada la más cara producción jamás acometida por el país escandinavo (88 millones de coronas noruegas, más de 16 millones de dólares), presupuesto que ha incluido realizar una copia exacta y navegable de la balsa. Rodada en diferentes localizaciones, el último escenario fue las Maldivas, paraje, hay que convenir, mucho más acogedor que el arrecife de las Tuamotu al que llegaron los escandinavos el 7 de agosto de 1947.

Para construir la balsa, la producción tuvo que asistirse con la original que se encuentra exhibida en el Museo Kon-Tiki de Oslo (al igual que la obtenida estatua del Óscar) y que está dedicado a la legendaria almadía y a su creador y a las otras embarcaciones que siguieron, las Ra y Tigris.

La nueva película dramatiza la aventura de seis escandinavos (cinco noruegos y un sueco) interpretados por nuevos actores (todos los tripulantes originales están fallecidos).

Thor Heyerdahl es interpretado por Pál Sverre Valheim, un conocido actor en la península Escandinava, afamado por ser el protagonista del filme Max Manus (2008) que dirigieron los mismos Ronning y Sandberg y que muestra al más brillante saboteador de la resistencia noruega durante los nazis. También ha protagonizado recientemente una producción en el Teatro Nacional de Oslo de Long Day’s Journey into night (Largo viaje al final de la noche) de Eugene O’Neill con Liv Ullmann.

El filme incluye la infancia de Thor en Larvik y sus primeras experiencias más bien poco prometedoras con el agua –estuvo a punto de ahogarse–. La película muestra algo que por supuesto tampoco salía en el documental de 1950: escenas de Thor y su primera mujer Liv (se casó cuatro veces), un hombre que dejó a su familia por luchar en conseguir un sueño, uno que solo fue suyo. Y, que con mucho corazón seguiría fiel a lo que creía con una visión muy particular. Una aventura marina que comienza marcada por un hombre que tenía fobia al agua.

La réplica de la embarcación empleada para la película estuvo amarrada en Malta, donde el equipo de producción trabajó ocho semanas: tres en el mar, una en localizaciones y otras tres en un tanque de agua. Se hicieron dos versiones del filme: una en noruego, sueco y demás lenguas, con subtítulos, y otra con diálogos en inglés. En la primera, el inglés de Valheim es muy malo porque el inglés de Thor Heyerdahl era muy malo; en la segunda, en cambio, es perfecto.

En esta inspirada película de aventuras, Joachim Rønning y Espen Sandberg reproducen con gran fidelidad una peripecia que a muchos nos tiene fascinados desde la infancia: la odisea de la balsa Kon-Tiki. La cinta se ha convertido en un auténtico fenómeno en su país, donde la han visto más de 780.000 espectadores en 6 semanas (Noruega tiene 5 millones de habitantes) y ha recaudado más de $ 11,8 millones. También el libro fue un éxito, traducido a 70 idiomas y con más de 50 millones de copias vendidas.

El documental de 1950 sobre la travesía de Heyerdahl sigue siendo la única película noruega ganadora del Óscar. El propio antropólogo explorador trabajaba en un largometraje cuando falleció en el 2002. (A.C.J.)

EN ECUADOR

Otras expediciones se hicieron a la mar emulando la proeza realizada por Thor Heyerdahl. Una de ellas fue el 28 de abril del 2006, con los noruegos Torgeir Higraff, Anders Berg, Olav Heyerdahl, Bjarne Krelvir, Oyvin Lauten y el peruano Roberto Sala, quienes cruzaron el Océano Pacífico desde El Callao (Perú) a bordo de la embarcación Tangaroa, a la que también llamaron la nueva Kon-Tiki. La idea era repetir el viaje que en 1947 realizara el abuelo de Olav.

Los expedicionarios construyeron una balsa similar a la que usaban los huancavilcas hace más de 600 años. Para ello, estuvieron en Vinces (provincia de Los Ríos) para comprar los troncos de balsas y demostrar que los primeros habitantes ecuatorianos habían surcado los mares hacia la Polinesia, incluso antes que los primeros pobladores noruegos desarrollarán su cultura. “Ecuador tiene una cultura costera fantástica. Existen cerámicas de la cultura Valdivia con dibujos de balsas con velas que datan de hace más de 3.000 años antes de Cristo. ¡En esa época los noruegos vivíamos en cuevas y aullábamos a la luna! Lamentablemente, el público en general desconoce su propia cultura debido a que estas piezas solo se encuentran en algunas colecciones privadas”, dijo en ese entonces Olav Heyerdahl.

El 23 de agosto del 2006 completaron el viaje en balsa en una travesía de 85 días hasta Tahití. A diferencia de la primera Kon-Tiki, Tangaroa contaba con paneles solares y equipos avanzados de navegación.

El equipo de navegantes construyó la embarcación de 17 metros de eslora en El Callao, con troncos procedentes de Ecuador revestidos con una cubierta de bambú y con un pequeño castillete.

Fuentes: IMDB, agencias e internet

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