‘Francisco’, más argentino que nunca

27 de Marzo de 2016

Darío Grandinetti encarna al papa Francisco en un filme que refleja la adolescencia de Jorge Mario Bergoglio, hasta su elección como pontífice.

En Francisco, el padre Jorge, la actriz argentina Leonor Manso, quien encarna a la abuela Rosa, dice “quiero que lo tengas vos”. Ella le entrega un viejo ejemplar del libro San Francisco de Asís. Vida y poesías. Esto apoya las palabras que el papa Francisco dijo sobre Rosa: “Tuvo una influencia importante en mi vocación religiosa”. Y tras el cónclave que lo eligió papa en 2013, Jorge Mario Bergoglio manifestó su voluntad de ser conocido como Francisco, actitud que especialistas aseguran que fue en honor al santo de Asís. Bergoglio es el primer papa jesuita y el primero proveniente de Latino-américa.

La película, dirigida y escrita por el español Beda Docampo Feijóo, recrea los momentos cuando de adolescente Bergoglio jugueteaba con la idea de ser cura; también se centra en su labor social en su natal Buenos Aires.

Filmada en la capital argentina, Roma y Madrid, la película es una coproducción argentino-española y se basa en el libro Francisco. Vida y revolución, de la periodista Elisabetta Piqué, corresponsal en el Vaticano y cercana al papa.

“Cuando me ofrecieron este proyecto, yo pensé que estaban un poco locos, que era un poco disparate”, dijo Darío Grandinetti, el actor argentino que encarna a Bergoglio. “Pero cuando dijeron que el proyecto tenía forma de verdad, que no era un delirio que se iba a hacer, no me quedó más remedio que tomarlo en serio”.

Recordó que la mayoría de los actores que aparecen en un empobrecido barrio de Buenos Aires conocieron a Bergoglio. “En una escena”, dice Grandinetti, “saluda a un joven: ‘A este lo bauticé yo’. Y era verdad. Ese pibe había sido bautizado por el papa antes de que fuera elegido en Roma. Fue muy fuerte vivir eso”, destacó el actor de 56 años, conocido por la cinta ganadora de un Óscar, Hable con ella, de Pedro Almodóvar.

Francisco, el padre Jorge hace hincapié en los distintos momentos de la obra pastoral del padre Jorge, su compromiso con los humildes, su misericordia con los pecadores y su lucha contra la pobreza, la prostitución, la explotación laboral, las drogas, su costumbre de manejarse en transporte público por las calles de Buenos Aires y hasta algún coqueteo amoroso en su adolescencia.

Aunque se atiene en general a lo real, la cinta apela a un personaje ficticio: una periodista interpretada por la actriz española Silvia Abascal. También refleja la pasión del papa por San Lorenzo, campeón en 2014 de la Copa Libertadores, el torneo de fútbol más importante de la región a nivel de clubes. “En la película traté de comportarme como si fuese el papa, pero en la vida real yo no soy hincha de San Lorenzo (risas)”, explicó el actor.

‘Un hombre coherente’

La película destaca además, a un padre Bergoglio que lucha contra la explotación laboral y la corrupción, y su ayuda a los que huyeron de la dictadura militar de Jorge Rafael Videla en Argentina. “Yo no conocía demasiado de él. Empecé a estudiarlo y a investigarlo para la película. Me encontré con un hombre coherente. Todos conocemos al papa, todos estamos admirados con cosas que hace y dice. Aquellos que lo conocen de antes no están sorprendidos. Ven que sigue una línea de conducta. Cuando era arzobispo hacía lo mismo. Su concepción de la Iglesia, de la fe, de la necesidad de ayudar a las minorías y su manera de llevar adelante su tarea pastoral es la misma de siempre. Sale, va a la calle, habla con la gente, escucha, se entera. No se guía ni por estadísticas ni por nada de eso”, explica Darío Grandinetti.

El actor comenta ciertos momentos con el papa Francisco antes de la película. “Hablé con él dos o tres minutos. Fuimos a una audiencia pública. Él sabía que estábamos. Vino a hablar con nosotros. Nos presentamos y le llevamos discos de Piazzolla, que a él le gustan mucho, y unos dulces de la bombonería en la que él los compraba en Buenos Aires”.

Grandinetti resalta otras características de Bergoglio. “Es el líder político mundial del momento, el más importante del mundo. A mí personalmente me gusta la línea política que ha iniciado, hacia donde apunta. Su cargo es político, pero no todos han ido en la misma dirección. A mí me gusta este papa. Lo veo como una estrella de rock. Yo no soy católico, pero él tiene muchísima fe en lo que hace, lleva adelante lo que cree. Otros eclesiásticos deberían tomar su ejemplo, acompañarle y no dejarle solo”.

Mientras estudiaba el papel, comenta el actor, se dio cuenta de que Bergoglio vivía desde dentro “ese proceso de readaptación a los cambios que está sufriendo el mundo, e incluso la feligresía católica y, por eso, digo que es un líder político innegable, un animal político, y siempre lo fue. “Hace cincuenta años, nadie hablaba del aborto, en todo caso”, comenta Grandinetti, “era el secreto mejor guardado. Pero está pasando lo que está pasando. Hace cien años ¿qué papa tendría que hablar de los inmigrantes?”, se pregunta. “Ahora que es pontífice tiene otras responsabilidades y otras posibilidades, pero sigue siendo ese hombre que opera en función de los que menos tienen, adaptándose a los nuevos mundos, a las nuevas maneras”, declaró Grandinetti.

El actor reside en Buenos Aires. Pasa temporadas en España únicamente cuando tiene trabajo. Pronto se lo verá en Julieta, la nueva película de Pedro Almodóvar. “Pasaron 14 años luego de Hable con ella. Una cosa que me sorprendió fue que yo me sumé en la octava semana de rodaje y él tenía una energía como si hubiese acabado de empezar”. (A.C.J.) (E)

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