'Film Noir' en Guayaquil: Entre sombras Averno

31 de Julio de 2016
  • Los actores Carlos Valencia y Juan Pablo Asanza en Entre sombras: Averno.
  • Juan Pablo Asanza es el policía Carlos.
  • El director de Entre Sombras, X.B.Ruiz.
  • En escena: Marlon Pantaleón y Daniela Vallejo.
Alex Carrillo Jaramillo

Xavier Bustamante Ruiz estrena su primer largometraje Entre sombras: Averno, un filme de acción y una alta dosis de crónica roja conseguido bajo el esquema del cooperativismo.

Se le nota de una el entusiasmo cuando de cine le hablan. Xavier Bustamante Ruiz, conocido como X.B.Ruiz, de entrada deja en claro que a él le apasiona el cine, que así como es capaz de ver cine arte, su amor por el séptimo arte no le permite dar las espaldas al cine ‘descartable’, como algunos lo llaman.

Antes de llevar a la gran pantalla su ópera prima Entre sombras: Averno, ya se había defendido con varios cortos todos ellos con el sello de acción, un género que lo cautivó desde pequeño y también gracias al apoyo de su madre y a las peripecias de Bruce Willis. “Mi mamá fue impulsora del proyecto de la película. Ella creyó en lo que yo había escrito durante mi adolescencia. Ella sabía la temática y del tiempo que le dediqué a la historia. Me apasionó el cine desde los 8 años cuando vi Duro de Matar (1988). Desde ese momento me convertí en cinéfilo y empecé a ver el cine de espectáculo, del film noir (cine oscuro). Veo películas de todo tipo. Admiro el trabajo de Lars von Trier, de Almodóvar, de Sebastián Cordero, de Steven Soderbergh, entre otros, incluso lo que hace Michael Bay”.

Esa búsqueda por ver realizado su mayor proyecto lo llevó a tantear la posibilidad de estudiar cine, pero no pudo, el bolsillo no le daba. “Tenía 16 años cuando pensé: en Ecuador hay personas que pueden relatar tantas historias, ¿por qué no contarlas, por qué no puedo hacerlo? Así que averigüe la posibilidad de estudiar cine, pero era demasiado caro. Así que estudié Periodismo”.

Los años de estudios enfatizaron aún más sus ganas de dedicarse a la crónica roja. Toda esa amalgama de experiencias ayudaron también a darle forma a la historia de Entre sombras. “Se trata de un thriller policial y psicológico. Mi mayor influencia ha sido David Fincher y su película Seven. Siempre me ha interesado ver cómo funciona y observar lo retorcida que puede ser la mente del ser humano.

En qué momentos puede ser explosiva y cometer un acto inconsciente o cuán metódico puede ser alguien y realizar actos atroces, convirtiéndolo en alguien miserable, malvado”.

¿Logró cumplir con los elementos que se requieren en el género del thriller psicológico? Xavier contesta que sí. “Entre sombras se encasilla también como un film noir, la cinta no tiene límites definidos en cuanto a su género. Los personajes son antítesis de los clásicos héroes y villanos que se ven en las películas. Tiene muchas pistas, cada cuadro está construido de tal forma que tengas información adicional y si eres pilas, al final te darás cuenta quién es quién. Esa es la parte psicológica. En la parte de investigación evidentemente tenemos policías en una atemporalidad etérea, por así decirlo, un espacio donde se desenvuelven los antihéroes. Estos personajes no tienen las herramientas tecnológicas para resolver el caso, solo su habilidad, su mente y su conocimiento acerca del sistema corrupto en que viven. Se puede ver cómo en sus vidas profesionales tienen que luchar con los demonios internos. Hay muchos elementos que le dan profundidad a la historia, que en resumidas cuentas trata sobre la justicia y su concepto”, enfatiza.

¿Cómo crees que el público reaccione al ver Entre sombras? “A pesar de que es de bajo presupuesto, no parece como tal. La película es fuerte (se ve mucha sangre). De hecho tiene clasificación para mayores de 15 años. Tiene muchos géneros que se mezclan en el filme y que están bien llevados y cada uno está justificado. Es violenta porque debe ser así”, aclara.

Personaje central

X. B. Ruiz se ha especializado en la producción de documentales y cortometrajes especialmente durante sus años de profesor en la Universidad Estatal de Milagro, cuando enseñaba Producción de Cine. Allí produjo El Beso de Judas, un corto de mucha acción cuyo tratamiento es muy cercano a la temática de Entre Sombras; también Consumación, entre otros.

Desde la historia original que Bustamante escribió, los personajes se han ido adaptando gracias a su experiencia laboral. “Cuando construí el personaje de Juan Pablo Asanza pensaba en que si estaría justificado su accionar porque dependiendo del ojo de la sociedad, unos dirán que está bien lo que hace, otros no. ¿Es bueno o malo? Eso lo decidirá la audiencia. Quiero que el público salga valorando el concepto de justicia. Son cosas y casos que pasan en todas las latitudes no solo en Guayaquil. Debo aclarar que la historia no es sobre esta ciudad”, dice.

Cabe destacar la fotografía de Entre sombras, está bien llevada. Xavier logró una buena conexión con el documentalista Fabián Rodríguez. “Como era una producción sobre la picada (rapidez) y encima que el primer productor se nos botó a dos días de empezar el rodaje, tuvimos que reproducir el filme. Entonces el escenario inicial fue una locura porque las locaciones que teníamos estudiadas ya no estaban”.

Las escenas de efectos especiales las realizó Andrés Arosemena, “una persona muy detallista y preocupada en cada cuadro”, dice Bustamante.

Entre sombras está pensada como trilogía. La primera parte es Averno; la segunda será El beso de Judas, y la final, será sobre la redención o a la venganza de los personajes de Averno.

El pasillo también es pieza fundamental del filme. Bustamante dice rendirle un homenaje.

En la película, que se estrenará el 5 de agosto en Supercines y Cinemark de Guayaquil (luego en el resto del país), participan caras conocidas del teatro: Marlon Pantaleón, Daniela Vallejo, Montse Serra, Carlos Valencia, Anibal Páez, David Saavedra, Henry Layana, entre otros. (E)

Unión de todos

Juan Pablo Asanza es el productor de Entre sombras: Averno y también el responsable de materializar el entonces proyecto a través del cooperativismo. ¿Esta unión siginifica hacer cine sin dinero? En nuestro caso fue así, dice Asanza. “Pero la cooperativa en sí, tiene un principio importante para ejecutar proyectos de cualquier índole y es la unión de sus participantes con un objetivo común”.

¿Cómo surgió la idea? “Después de tres intentos fallidos para captar la subvención que destina el Consejo Nacional de Cinematografía para los proyectos audiovisuales y al que no pudimos hacernos acreedores. Eso nos motivó a salir de la zona de confort y emprender una especie de viaje en aguas correntosas”.

Las ganancias, basadas en los resultados de la taquilla, se repartirán “entre todos los socios (accionistas) y entre las sombras”, ironiza Asanza, quien destaca, además, aspectos importantes de la cooperación. “Lo complejo al inicio fue entender que no habían jerarquías, todos asumieron su rol y sus responsabilidades”.

¿Funcionó trabajar así? Juan Pablo responde: “Claro que sí. El resultado fue tener 44 amigos y un aprendizaje de vida que nos condujo a concretar nuestro sueño. Desde esa premisa, ya somos ganadores”.

 

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