Dido Belle: Una mujer, dos mundos

24 de Agosto de 2014

No es la historia de una esclava. Una pintura atrajo la atención de los cineastas hacia la vida de Dido Belle.

Gugu Mbatha-Raw figura central de la cinta Belle.

La inspiración para un guion cinematográfico puede encontrarse en cualquier lugar. Un cuadro colgado en el Palacio de Scone, en Reino Unido, intrigó a la cineasta inglesa Amma Asante, quien decidió, junto con el productor Damian Jones, crear una historia alrededor de los dos enigmáticos personajes de esta pintura: Lady Elizabeth Murray y Dido Belle.

¿Qué tiene esta obra de especial? La directora lo explica: “Vemos a una mujer birracial, una mujer de color, quien es representada levemente más alta que su compañera blanca. Ella está mirando fijamente, con unos ojos muy confiados. Esta pintura da un giro completo a la tradición y a todos los elementos que el siglo XVIII nos ha dicho sobre el arte de hacer retratos. Lo que vi fue una oportunidad para contar una historia que combinara la historia y la política”.

En la pintura, atribuida a un autor anónimo, ambas mujeres lucen vestidos de seda y collares de perlas. Detrás se observa el escenario: Kenwood House y un pequeño vistazo a la catedral de San Pablo en Londres. Otro detalle interesante es que Dido se señala, con el dedo índice, la mejilla. Este gesto, de acuerdo con la historiadora Christine Kenyon, puede tener el objetivo de atraer la atención hacia su color de piel o su sonrisa.

Todos estos elementos y detalles sirvieron como punto de partida para la redacción del guion del filme Belle.

Aunque gran parte de la trama es ficticia, existe también una gran documentación histórica que revela el origen de su protagonista.

Dido fue la hija ilegítima de John Lindsay, un capitán naval inglés, con Maria Belle, una esclava africana en las Indias Occidentales. Su padre la llevó consigo a Inglaterra en 1765 y la dejó al cuidado de su tío William Murray, lord Mansfield.

Esta gestión le permitió a Dido educarse y crecer con ciertos privilegios de la aristocracia.

Aunque esta posición le garantizó muchas ventajas, también era, al mismo tiempo, un lugar incómodo, tal como su protagonista le expresa a lord Mansfield en la cinta: “Soy muy distinguida para comer con los sirvientes, pero muy vulgar para acompañarlo en la cena”.

Parte de las tres décadas que Dido permaneció en este lugar, su cuidador se desempeñaba también como lord chief justice de Inglaterra y Gales, por lo que tuvo que intervenir en un histórico caso de esclavitud conocido como la Masacre Zong. Los dueños de esta embarcación británica fueron acusados del homicidio de 142 esclavos africanos que fueron arrojados al mar para poder cobrar el seguro por sus vidas.

El filme tiene también su toque romántico a través de la atracción que surge entre Dido y el joven abogado John Davinier. Un romance que se desarrolla con tintes tomados de las novelas de Jane Austen. “De muchas maneras es una historia de amor y también una historia de amor paternal. Quería mostrar a una mujer de color siendo amada. Eso es algo que no vemos a menudo. Ella es lo suficientemente valiosa para ser amada”. “En realidad, John Davinier le recuerda a lord Mansfield cómo era él mismo antes de formar parte del sistema. Tienen muchas cosas en común; por eso los dos quieren a Dido y por eso Dido los quiere a los dos”, explica la directora.

Todos estos elementos alejan el filme de ser simplemente otra historia de esclavos o un relato similar a 12 años de esclavitud, dirigida por Steve McQueen en el 2013.

El filme

El guion fue desarrollado por Misan Sagay y gracias al apoyo del British Film Institute, la producción del filme comenzó en el 2012.

“Gracias a los diarios empecé a hacerme una idea de quién era quién en Kenwood House y lo que estaba claro es que Dido no era una esclava. Era miembro de la unidad familiar”, explicó la escritora.

El elenco está encabezado por la actriz inglesa Gugu Mbatha-Raw, en el papel de Dido, quien encajaba perfectamente para el perfil y características del personaje.

“Dido debía de ser fácilmente identificable como mitad blanca y mitad negra. Esto es un aspecto muy importante en la historia porque está dividida en casi todo: es la hija de un aristócrata y la hija de una esclava negra. Tiene un pie adentro y un pie afuera”, comentó Assante. “Ella es tan blanca como negra, es una historia que pertenece a todos”.

La pintura que inspiró la cinta es atribuida a un artista desconocido.

Sobre su rol, Mbatha-Raw comentó: “Solo pensar en que existió esta niña, que es parte de nuestro legado cultural en Inglaterra, una mujer mestiza de 1780, me enganchó”. “Hablando como una mujer mestiza de este milenio, no hay muchas historias sobre personas como yo. El hecho de que Dido fuera pionera en su tiempo me parece asombroso, por eso quería hacerle justicia; su historia necesita ser contada”.

Sarah Gadon (d) es Lady Elizabeth, quien aparece en el cuadro.  Gugu Mbatha-Raw

El elenco lo completan Tom Wikinson (lord Mansfield), Matthew Goode (CapitánJohn Lindsay), Miranda Richardson (Lady Ashford), Penélope Wilton (Lady Mary Murray), Sam Reid (John Davinier) y Sarah Gadon (Lady Elizabeth).

Este es el segundo filme bajo la dirección de Assante, quien debutó en el 2005 con la cinta A Way of Life, por la que ganó un premio Bafta. En esta primera cinta, filmada en Gales del Sur, ella decidió abordar la historia de una madre adolescente que se ve envuelta en un violento ataque racista.

Belle fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Toronto en el 2013 y este año apareció en las salas de cine de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.

Algunas escenas fueron hechas en la Isla de Man, en los jardines de Billown Mansion, al sur del lugar, y en la localidad de Castletown. “La isla nos ha dado todo lo que necesitamos, incluso dos días de un clima terrible, funcionaron muy bien para las escenas que grabamos”, comentó el productor Damian Jones, quien colaboró en la cinta La Dama de Hierro. Las otras tomas tuvieron como escenario Oxford y el mismo Londres. (D.L.A.)

En muchas maneras es una historia de amor y también de amor paternal. Quería mostrar a una mujer de color siendo amada. Eso es algo que no vemos a menudo”, Amma Asante, directora de Belle

 

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