Comanchería: Western actualizado

26 de Marzo de 2017

Comanchería es un drama que trae de vuelta el género a través de una historia de asaltantes y comisarios.

Para quienes pensaban que el western estaba olvidado, Hollywood sorprendió con Comanchería (Hell o High Water), tanto que estuvo nominada a cuatro premios Óscar, sin conseguir ninguno, pero que avaló el trabajo del cineasta escocés David Mackenzie.

La película es un raro thriller criminal protagonizado por Chris Pine y Jeff Bridges, ambos enfrentados a los dos lados de la justicia, que se desarrolla en una tierra desolada, en cuyos primeros compases transcurren en pueblos utilizados en la filmación de la mítica La última película (The Last Picture Show, de Peter Bogdanovich, 1971), también protagonizada por Bridges.

La historia comienza cuando en un pueblo dos hombres cometen un atraco a un banco. Un robo no exento de cierto humor, que capta al detalle del diario vivir de la zona. Un lugar tranquilo que parece perturbarse por la aparición de una pareja de bandoleros. Los comisarios Marcus Hamilton (Bridges) y Alberto Parker (Gil Birmingham) se empeñarán en dar caza a los hermanos Toby y Tanner Howard, interpretados por Chris Pine y Ben Foster.

El filme retrata a Tanner como un tipo propenso a los estallidos de violencia, pero así mismo es capaz de demostrar un cariño genuino; en cambio, Toby es un hombre decente condenado por las circunstancias a no poder comportarse como tal. El afecto entre ambos queda reflejado en escenas que los contemplan comportarse como niños y matizan sus andanzas delincuentes a base de melancolía y fatalismo.

El guionista Taylor Sheridan dijo: “Me crie en un pueblo de Texas. Son lugares muy auténticos. La gente que quedaba en ellos era muy dura. Y quería contar una historia sobre eso. Toby y Tanner representan el ciclo de la pobreza, los efectos de la violencia doméstica y cómo el éxito o el fracaso pueden ir heredándose generación tras generación”.

Tenso y violento, nostálgico y reflexivo, un filme sobre la pobreza y la avaricia, así lo han descrito varios críticos. “Lo que Toby quiere es acabar con eso y está dispuesto a sacrificarse por ello. Y luego está su hermano, quien ya se había sacrificado por proteger a su hermano y que lleva veinte años viviendo su martirio particular. Es interesante ver a alguien volverse malo y preguntarse por qué; y ver a alguien no muy bueno hacer algo muy generoso. Creo que es una forma interesante de analizar la percepción humana”, comentó Sheridan.

La película impresiona por el paisaje implacable de Texas. “Un desierto enorme, malvado. Era como ser comido por la tierra en un lugar en el que la pobreza es real, donde la gente vive como muestra el filme”, explicó Pine tras la presentación de Comanchería en el Festival de Cannes.

David Mackenzie.

“Desgraciadamente yo solo trabajé un día con Jeff”, recuerda Pine. “Éramos Ben y yo en un árido pueblo de México con solo un bar y con David (Mackenzie) rodando seis días a la semana”, bromeó el protagonista de la saga Star Trek.

El actor estadounidense Ben Foster, quien ya trabajó con Pine en Horas contadas (The Finest Hours, 2016), agrega: “Nuestro país ha perdido la cabeza”. Él reflexiona sobre el problema de desahucios por hipotecas impagadas que se ha extendido no solo por Estados Unidos sino por gran parte de Europa debido a la crisis económica de los últimos años. “Parece que nadie se da cuenta de lo grave que es la situación de un país en el que la gente pierde sus casas a manos de una industria corrupta. En la película planteamos preguntas sobre lo que está pasando en nuestro país y sobre cuánto tiempo más vamos a permitir que esto pase”, dijo.

Para los actores se trata de una película que recuerda a Dos hombres y un destino (1969), El hombre que mató a Liberty Valance (1962) o Grupo salvaje (1969), según Foster; para Mckenzie “es una historia con el estilo de su adorado cine de los setenta”, del que recuerda títulos como La última película o Bonnie and Clyde (1967).

Para Mackenzie lo mejor de la película está en su paisaje y en sus actores. En especial de Bridges, ganador de un Óscar por Crazy Heart (2009) y nominado a un Globo de Oro por Comanchería, para quien no tiene suficientes elogios. “Es un gran actor, aporta verdad y magia, fue un privilegio trabajar con él”.

Bridges, nominado por séptima vez al Óscar, dijo: “Me encantan los westerns por una razón: mi padre, Lloyd Bridges, formaba parte de un grupo de vaqueros, así que cada vez que llegaba a casa vestido así, me emocionaba y yo quería ponerme su ropa. En Comanchería uno de los temas relevantes para mí fue lo que sucede cuando solo buscas tu propio interés. Ese tipo de acciones tienen consecuencias. Si un banco se dedica a exprimir a la gente o a granjeros pobres, eso significa que solo está mirando su beneficio olvidándose de que estas personas tienen un trabajo y una familia a quien mantener. Solo cuidar nuestro propio interés nos lastima a todos”, destacó Bridges. (A.C.J.) (I)

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