‘Busco a mi hijo’
Nominada a cuatro premios Óscar, el filme Philomena se basa en hechos reales, a través de la historia de una mujer que buscó a su hijo durante 50 años. Dirige: Stephen Frears.
La historia de Philomena Lee superó la ficción. Ella, la verdadera, actualmente tiene 80 años de edad, buscó durante medio siglo a su hijo perdido. En ese largo recorrido conoció a Martin Sixsmith, un expresentador de televisión en la BBC y antiguo director de Comunicaciones de Tony Blair, quien escuchó su historia y decidió ayudarla en ese doloroso proceso. El drama de Philomena comenzó cuando apenas era una adolescente.
La joven fue abandonada por su familia cuando se enteró de su embarazo, a los 18 años. Tras la noticia la enviaron a un convento, donde junto con otras muchachas “indignas” tuvo una dura experiencia. En ese lugar trabajaba como lavandera y solo le era permitido ver a su hijo Anthony durante una hora al día. Cuando el niño cumplió 4 años fue adoptado por una familia en EE.UU. La mujer no lo volvió a ver.
Steve Coogan, conocido comediante británico (guionista y protagonista del filme), compró los derechos de El niño perdido de Philomena Lee, escrito por Sixsmith. “Quería encontrar un proyecto en el cual creer y con el cual poder hacer algo entre las demás cosas que normalmente hago, que son en su mayoría comedias”, dice el actor.
A cargo del multifacético director inglés Stephen Frears (Relaciones peligrosas, Alta fidelidad) y con cuatro nominaciones al Óscar –en las categorías Mejor película, Actriz, Guion Adaptado y Música– la cinta se centra en la relación que se establece entre Philomena y Martin (Judi Dench y Steve Coogan). Son dos seres absolutamente disímiles. Entre ambos se contraponen el sentido de la intuición y el del intelecto. Juntos van en busca del hijo perdido de Philomena Lee.
“Martin era un periodista, un intelectual perteneciente a la clase media y educado en Oxford que conoció a esta enfermera irlandesa jubilada y de extracción obrera. Su relación me pareció muy interesante”, afirma el actor, quien también debió enfrentarse con su contraparte: su faceta más cercana al género dramático. “Después de un tiempo te vuelves monotemático. Me encanta la comedia, pero ya la hice. Te dan ganas de probar algo nuevo. Me gusta reír y hace reír a la gente, pero nunca he sido definido por el humor. Odiaría eso. No quiero conformarme. Quiero hacer cosas que sean creativas y que sean un desafío. Así que haces cosas que se encuentren fuera de tu zona de confort en las que te arriesgas a fallar”, comenta Coogan.
La misma Philomena Lee visitó en ciertas ocasiones el set de grabación mientras se rodaba la cinta, deslumbrando a todo el equipo. Frears se refirió a ella como una persona magnífica, y agregó que “no tiene sentido de la tragedia en su vida. Ella no tiene autocompasión, ni carga ninguna cicatriz”.
Para la preparación de su personaje, Dench pasó algunas horas con la verdadera Philomena Lee, a quien describió como un poco “infantil”. “Hay una tremenda inocencia de ella, la inocencia genuina real y la timidez. Ella me hizo reír mucho. Yo la miraba y escuchaba todo lo que pude. Es una gran responsabilidad interpretar un papel de alguien que está vivo y cuya historia es absolutamente importante. Usted puede hacer todo tipo de cosas con la reina Victoria y Elizabeth I, pero no se puede con alguien que está de pie a la derecha casi por encima del hombro”.
Algunos críticos calificaron el filme de anticatólico por su dura interpretación del tratamiento de la Iglesia a las madres solteras, pero Dench ve la historia como una de fidelidad. “No creo que es una polémica contra el catolicismo romano. Es una película que es increíblemente acerca de la fe”, expresó la actriz británica.
Dench dijo recientemente adiós a lo que es quizás su personaje más emblemático de pantalla, M de la serie James Bond, un papel que la expuso a una nueva audiencia de los amigos de su nieto, según comentó.
Mientras la película recorre el mundo y suma en la taquilla, la verdadera Philomena Lee protagonizó una verdadera escena de perdón y reconciliación cuando acudió a un encuentro con el papa Francisco en el Vaticano. Ella participó en la audiencia de Francisco en la plaza San Pedro, al término de la cual fue presentada al pontífice. “Es una honra haber encontrado al papa Francisco. Como se ve claramente en la película, siempre tuve una profunda fe en la Iglesia y en su voluntad de reparar los errores cometidos en el pasado”, afirmó la octogenaria.
Actualmente, Philomena Lee se ocupa de Philomena Project, una institución que consiste en ayudar a otras madres a encontrar a sus hijos y apunta a que el gobierno irlandés promulgue una ley que permita consultar los libros de niños adoptados. (A.C.J.)
Fuentes: hollywoodreporter.com, latimes.com y agencias