Meryl Streep: Soprano en negación

19 de Junio de 2016

Meryl Streep encarna a Florence Foster, una excéntrica soprano famosa por su falta de habilidad musical.

¿Recuerdan Philomena (2013), el drama de una mujer quien emprende una aventura para encontrar a su hijo dado en adopción en momentos complicados en la vida de ella? El filme, nominado a cuatro premios Óscar, fue dirigido por Stephen Frears (La Reina), quien ahora regresa con Florence Foster Jenkins, comedia musical que recrea la increíble historia de una millonaria heredera de Nueva York que sueña con convertirse en una cantante de ópera, a pesar de tener una horrenda voz.

La película junta a Meryl Streep y a Hugh Grant (pareja inédita en el cine) en los papeles de Florence y su esposo-mánager, quien la convence dte su grandeza y gracias a la herencia que recibe tras el fallecimiento de su padre, Florence se financia su carrera musical. Pese a no tener ningún talento para ello, no es problema para mantener su éxito y que la gente acuda a sus recitales solo para comprobar si realmente es tan mala como se dice.

El filme muestra a una mujer inocente y completamente excéntrica en la que la diversión fue la expresión de libertad, de una actitud de hacer lo contrario que imponía el medio social. Ella rompió con todos los moldes, conoció artistas y gente que le infundieron el ánimo y la necesidad de expresarse. Pero también es un personaje que develó una mentira que nadie nunca se atrevió a decirle: que cantaba mal.

Su segundo esposo y representante, St. Clair Bayfield, fue un aristocrático actor inglés que estuvo decidido a proteger a su Florence de la verdad. Sin embargo, cuando ella decidió dar un concierto en el Carnegie Hall, en 1944, Bayfield sabía que se enfrentaría a su mayor desafío. Él se dedicó completamente a Florence, y manejó cuidadosamente su carrera musical, tratando de asegurarse de que nada afecte su fantasía de ser una gran cantante, insistiendo en que las entradas para sus actuaciones se venderán únicamente a los “amantes de la música”.

Pero no se trata de la primera producción que se realiza tomando como base este aspecto de la vida de Florence. En 2001, una obra de teatro de Chris Ballance fue representada en el Edinburgh Fringe; otra obra sobre la vida de Jenkins, Souvenir, se estrenó en Broadway en noviembre de 2005. Casi al mismo tiempo, una nueva obra sobre Jenkins, Glorious, de Peter Quilter fue estrenada en septiembre de 2005 en el West End de Londres. Y, la película francesa de reciente estreno en salas ecuatorianas: Marguerite (2015), del director Xavier Giannoli. Allí, una baronesa, al igual que la millonaria estadounidense, se dedica a ofrecer recitales de ópera a pesar de no poseer ningún talento.

Ubicada en la década de 1920 en las afueras de París, otra de las diferencias con la historia de Jenkins radica en que las presentaciones del personaje de Giannoli –intepretado por Catherine Frot– se limitan a eventos de caridad organizados frente a amigos. (A.C.J.) (E)

 

El personaje

Florence Foster Jenkins cantó durante 30 años. Nació en Pensilvania, Estados Unidos, en 1868.

Si bien desde niña mostró su gusto por la música y tomó clases de piano, no tuvo el apoyo de sus padres para viajar y dedicarse a ello.

Se casó con Francis Thornton Jenkins, pero no tuvo hijos y en 1902 se divorció. Dio recitales regulares en su país entre 1920 y 1930. Elegía interpretar obras de Mozart, Verdi y Brahms, y grabó cinco discos. Falleció en 1944.

Fuente: BBC Mundo.

 

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