Los bonobos: Cero guerra y mucho amor

13 de Enero de 2013

Calificados como ‘hippies,’ porque dedican gran parte de su tiempo a ‘hacer el amor y no la guerra’, estos simios tienen particulares estilos que enseñan al ser humano que sí se puede vivir en una cultura de paz.

Características

Los bonobos, Pan paniscus, son considerados los “parientes” vivos –junto con los chimpancés– más cercanos al ser humano. Estos disfrutan su sexualidad a ‘carta cabal’, viven una cultura matriarcal, son generosos, tolerantes y muy juguetones.

El zootecnista y director del zoológico El Pantanal, Nelson Chiriboga, dice que llegan a medir hasta 90 centímetros, pesar 45 kilos y que se parecen físicamente a los chimpancés. Estos, contrariamente al comportamiento de los bonobos, en algunos casos, son territoriales y no muy amigables.

“Los bonobos tienen labios rosados, orejas pequeñas, fosas nasales amplias, caras negras, finas y suelen caminar en posición bípeda. Creo que si los humanos se parecieran más a los bonobos y no tanto a los chimpancés, el mundo sería un lugar más tranquilo”, expresa.

Investigaciones

Los bonobos fueron descubiertos en las primeras décadas de 1900, y tiempo después se realizaron las indagaciones pertinentes para conocer sobre ellos.

Por ejemplo, un equipo internacional de científicos liderado por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania) consiguió descifrar la información genética completa del bonobo, la que faltaba de los grandes simios. Esto proporciona un conocimiento de las relaciones entre dichas especies animales y de estas con los humanos.

Otras investigaciones han dado a conocer que pueden fabricar y usar herramientas. “Utilizan palos, piedras para partir frutos, además ellos recolectan hojas grandes para transportar agua”, explicó Chiriboga.

Asimismo, son capaces de aprender el lenguaje de signos y emitir sonidos específicos. También se ha publicado que son generosos, ya que son unidos y dispuestos a compartir comida.

Sexualidad

Viven al sur del río Congo en la República Democrática del Congo (África central), en donde tienen sexo a toda hora. No solo lo hacen para fines reproductivos, sino como actividad social. “Esta es su forma de saludar, resolver conflictos y pagar favores”, indica Chiriboga.

Brian Hare, conocido estudioso de estos primates, en una entrevista a un medio de comunicación español explica: “Usan el sexo como antídoto contra las tensiones y las situaciones complicadas. No solo lo practican entre hembras y machos, sino con cualquier miembro del grupo, sin importar la edad, la jerarquía o el sexo. Y lo hacen varias veces al día. Además es la única especie donde se ha observado sexo cara a cara, en la posición del misionero, como los humanos”. 

No obstante, su tasa de reproducción no es mayor que la de los chimpancés comunes. “Una o dos crías al año”, sostiene el zootecnista.

Amenazados

Su hábitat está cada vez más amenazada por la tala de los bosques, la agricultura y los conflictos que se presentan en la República Democrática del Congo. Además algunos bonobos son vendidos como mascotas y alimento. “Antes hablábamos de millones, ahora estamos hablando de miles (...), serían unos 200.000 chimpancés y los bonobos en menor cantidad”, afirma Chiriboga.

Sin embargo, existen reservas que perpetúan su conservación como Lola Ya Bonobo, dirigida por la reconocida ambientalista belga Claudine André.

Fuentes: www.sociedad.elpais.com, www.cnn.com, www.muyinteresante.es y www.abc.es.

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