Tecnología y discapacidad

02 de Diciembre de 2012

En la última edición de los Juegos Paralímpicos de Londres fue evidente el gran adelanto de las prótesis que usaron algunos atletas. ¿De qué material están hechas? ¿Quiénes las usaron? ¿Costo?

Darío Menoscal Z.

El rendimiento de los atletas nunca había sido tan espectacular y sus proezas despertaron un especial interés de los medios de comunicación. El espectáculo fue así de atractivo en gran parte gracias a la importante evolución que ha experimentado el equipamiento de los atletas. Alta tecnología y materiales vanguardistas ya hacen posible que las prótesis sean increíblemente flexibles y sólidas. Las láminas de carbono de los corredores amputados fueron portada de los medios. Blade Runner, como apodan al sudafricano Óscar Pistorius, símbolo internacional de los deportistas discapacitados, rompió el récord mundial de los 400 metros y fue batido en los 200 metros por el brasileño Alan Oliveira, cuyas prótesis también son revolucionarias.

¿De dónde salen estos avances tecnológicos que han transformado a estos atletas en superhéroes con aire futurista? El fabricante finés Ôssur y el alemán Otto Bock son los grandes proveedores de las prótesis para el atletismo, cuyo elemento clave es la calidad de la pieza que permite adaptarla a la parte del cuerpo que la necesita. Por ejemplo, los atletas disponen en Francia de excelentes ortopedistas que colaboran con los mejores laboratorios de investigación especializados. El francés Patrick Ducros creó junto con la empresa Re-Flexion Composites y la famosa escuela de ingenieros Ecole des Mines de Alès la prótesis de Orianne López, finalista de los 100 metros en los Juegos de Londres.

La empresa Proteor está detrás de las prótesis de Marie-Amélie Le Fur, el nuevo ícono del atletismo. Esta compañía también ha equipado al deportista de tenis de mesa Stéphane Molliens, al surfista Eric Dargent y al campeón de mountain bike Stephan Büchler.

Otros tipos de equipamientos también se ganaron el reconocimiento en los Juegos Paralímpicos, como el sistema de fijación Handifix para los esgrimistas en silla de ruedas, el más perfecto hasta la fecha y que ha cambiado por completo la práctica de este deporte. Está realizado en fibra de carbono y aluminio, es más sólido y más ligero que los sistemas de fijación que se utilizaban hasta ahora, mejorando la seguridad y la rapidez de los deportistas.

Otros materiales aún no han llegado a los Juegos Paralímpicos, pero son indispensables para el deporte de alto nivel. El nadador Philippe Croizon, amputado de las piernas y brazos, es una estrella en gran parte gracias a sus prótesis. Este deportista ha sido capaz de conectar a nado los cinco continentes atravesando cuatro estrechos gracias a sus aletas disimétricas.

Para hacerse una idea, una silla adaptada para practicar esquí cuesta entre 1.800 y 3.000 euros (2.320 y 3.865 dólares), y el costo de una prótesis para un deportista discapacitado alcanza entre 3.800 y 4.600 euros (4.900 y 5.900 dólares).

Fuente: Departamento de Prensa de la Embajada de Francia en Quito.

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