Internet con vecinos

04 de Febrero de 2018

Cuando uno comparte vivienda, es normal pagar a medias la conexión a internet, pero en teoría también sería posible hacerlo con los vecinos, de modo de abaratar costes. Solamente hay que tener en cuenta algunos aspectos.

El abogado Niko Härting subraya que no hay ningún impedimento legal para compartir internet con otros. “Todos podemos compartir el wifi”, señala, si bien las condiciones de algunos operadores establecen que no está permitido cobrar por dar acceso a otros a la propia línea. Sin embargo, no existen sanciones, sino que en el peor de los casos lo único que podría ocurrir es que la empresa dé de baja el contrato. Pero antes de compartir con otros hay que hacer algunas reflexiones.

La conexión siempre tiene que estar protegida por una contraseña, que, según los expertos, debería ser compleja, con 20 caracteres o más y un cifrado WPA2 (sistema para proteger redes inalámbricas). Si la señal no llega hasta la casa del vecino, se puede colocar un repetidor u otro punto de acceso. Las soluciones de los módems actuales con tecnología Mesh, que ayuda a evitar las zonas “muertas”, amplían el alcance de la red. Sin embargo, permitir a otros el acceso a su propio wifi puede no ser la mejor opción. Porque los aparatos conectados en red pueden comunicarse entre sí y compartir información, algo que uno no necesariamente quiere. La solución es una red para invitados.

Esta segunda posibilidad viene incluida ya por muchos fabricantes en los routers. Además de la red normal existe una segunda red. “Esto tiene la interesante ventaja de que uno puede quitarle el acceso al vecino”, señala Ernst Ahlers, de la revista de informática c’t.

Otro aspecto positivo es que se puede fijar la velocidad a la que va la red o, por ejemplo, restringirla al e-mail y el uso de páginas web. También se puede bloquear la comunicación entre los dispositivos y así se mantiene más o menos el control sobre las actividades del otro y se evitan, por ejemplo, problemas por compartir archivos o descargas ilegales.

Una solución más complicada pero que técnicamente es la mejor es la llamada conexión en cascada. Ahlers explica que en este caso un módem establece la conexión a internet y el resto de usuarios se conectan con un cable con otro router. Así, cada uno puede configurar su acceso como desee.

Las dificultades que pueden surgir con este sistema son que debido a la coexistencia actual de dos sistemas de direccionamiento, el IPv4 y el IPv6, cuando hay dos routers puede haber problemas con el streaming o los juegos online.

¿Y si la otra persona lleva a cabo actividades ilegales en internet? Si llega una advertencia de las autoridades, hay que avisar de que existe otra persona conectada, señala el abogado Härting. Y la otra parte tiene que probar quién es el que ha cometido la ilegalidad.

La velocidad que hay que contratar depende de cómo se use la red y cuántos usuarios hay. Si solamente se navega por internet, basta con una conexión DSL lenta, pero si se van a ver videos en streaming, la cosa cambia. También hay que tener en cuenta las necesarias descargas como actualizaciones para la PC o los dispositivos móviles para que no se produzcan atascos. (DPA)

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