El celular y los archivos

10 de Abril de 2016

Aunque pueda resultar tentador tener siempre a mano todas las fotos y la colección musical, a diferencia de una computadora, un smartphone no es un buen dispositivo para ser usado como archivo o backup para datos.

Por eso, al sincronizar los contenidos entre la PC y el teléfono hay que tener en cuenta cada vez qué es lo que de verdad se necesita. Casi todos los sistemas operativos móviles ofrecen la posibilidad de limitar la transmisión de datos a ciertos periodos o bien a determinadas carpetas de datos y música. Y la selección se puede cambiar cuando sea necesario.

Se puede consultar cuánto espacio queda en la memoria y cuánto ocupan los diferentes programas y archivos fácilmente en la configuración del smartphone o en el software de sincronización. Esa información permite decidir por dónde empezar a la hora de borrar o reorganizar.

Como tanto el sistema operativo como las aplicaciones guardan datos en el teléfono, también tiene sentido mirar estas configuraciones. Por ejemplo, se puede organizar el Dropbox para que guarde a nivel local realmente solo los datos imprescindibles.

Quien haga muchas fotos y videos con el celular quizás debería bajar un poco la calidad de la resolución para ocupar menos espacio o ampliar la memoria con tarjetas SD.

Padres, ¡cuidado!

Los padres deben estar atentos cuando descarguen una aplicación gratuita de que no contenga publicidad o contenidos inadecuados para su edad y que no lleven links a tiendas on-line o redes sociales para adultos.

Una asociación alemana de padres recomienda mirar siempre la aplicación para hacerse una idea de cómo funciona, luego usarla junto con el niño y observar su reacción.

De forma general, los niños menores de tres años no deberían usar los dispositivos electrónicos por más de 15 minutos y los de hasta cinco años media hora como máximo. Y los padres deben estar junto a ellos supervisando lo que hacen ayudados por tres sugerencias: vista previa de la aplicación, cuidado con las compras In-App y enseñar al niño cómo evitar los anuncios. (I)

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