Archivos de gran tamaño

11 de Junio de 2017
DPA

Las innumerables fotos de las vacaciones, largos videos de playas de ensueño o importantes proyectos: quien necesite compartir grandes paquetes de datos con otros tiene varias opciones para hacerlo. ¿Cuán seguros y buenos son estos servicios?

Existe el almacenamiento en la nube como Dropbox, Google Drive o iCloud. En este caso, los usuarios suben sus fotos o videos al servidor de una empresa y luego pueden compartir las partes seleccionadas con amigos o conocidos. Reciben para ello un link o mail los datos de acceso para almacenamiento online.

Los receptores no necesitan en general tener una cuenta para ver la información o bajársela, aunque el remitente sí tiene que registrarse de forma gratuita.

Se trata de aplicaciones sencillas de utilizar, los usuarios pueden crear carpetas y acceder a ellas a largo plazo desde la computadora o el smartphone. Algunos servicios en la nube también ofrecen codificar los datos. Sin embargo, el usuario no tiene conocimiento de cómo funciona la encriptación. Además, los servidores suelen estar en otros países, por lo que no rige el derecho nacional.

Por otra parte, el almacenamiento gratuito es limitado a pocos gigabytes. Si se quiere tener guardados más archivos, hay que pagar un mensual con diversas tarifas, según cada empresa. Dropbox y Google Drive cobran, por ejemplo, $ 10 por terabyte de memoria.

Para quienes solamente envíen grandes paquetes de vez en cuando funcionan muy bien servicios como Wetransfer, Dropsend o Zeta Uploader. El sistema es similar: hay que subir los archivos al servidor e introducir las direcciones de correo electrónico de los destinatarios, que reciben un link y pueden descargarse los datos. Después de unos pocos días, todo se borra automáticamente y, por tanto, no hay una estructura con carpetas o acceso online desde cualquier dispositivo.

A cambio, algunos de los servicios no exigen siquiera registrarse, solamente hay que poner la dirección personal de correo electrónico en el envío. Pero si son paquetes de datos realmente pesados, hay que pagar una tarifa. Los problemas de seguridad son iguales que en los servicios en la nube.

Para evitar esto, es posible que uno cree su propio servidor, donde además no hay problemas de espacio, pero la compra e instalación son costosas. El equipo y el material cuestan varios cientos de euros, según cual sea su calidad, y el dueño tiene que proteger a su servidor de eventuales ataques de hackers.

Otra opción son discos duros conectados en red (Network Attached Storage). Tampoco en este caso hay problemas de almacenamiento, pero sí un tema de velocidad, ya que lo normal es que la conexión a internet media sea mucho más lenta en la subida de datos que en la descarga. A veces resulta, por otra parte, que internet es el camino equivocado, sobre todo con archivos muy grandes. Por encima del límite de 20 o 30 GB, los expertos recomiendan un pendrive USB o un disco duro externo en un buen sobre acolchado y enviarlo por correo o courier. (I)

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