A36_ 21_09_2014 LR DOMINGO

La Revista - E - Médicos

S A LU D re vista 35 ......................... Hidrate su piel No es un asunto solo de mujeres o de vanidosos, sino un medio para evitar enfermedades indeseables y lucir saludables (y bellos). GISELLA QUINTANA B. ESPECIAL de la revista 35 Uno siempre quiere verse bien, ¿y quién no? Por eso las personas se acicalan el cabello, escogen ropa que resalta sus atributos, otras se maquillan. Todos también deberían preocuparse por la piel, en especial hidratándola, ya que una piel seca es menos resistente y, por ende, más propensa a desarrollar infecciones. No es solo un asunto estético, sino además de salud: la calidad de la piel de un individuo refleja su estado físico interno. “La piel tiene un porcentaje promedio de agua de 15%, menos de eso se considera que está d e s h i d ra t a d a ”, explica la dermatóloga Bertha Naula, también especialista en tratamientos de cosmetología. A esto se añade “la disminución del factor natural de humectación (natural moisturizing factor) y de lípidos, como las ceramidas, que evitan que haya pérdida de agua a través de la epidermis”, agrega la dermatóloga María Fernanda Carvajal, médica tratante en el hospital de Solca. Ante este cuadro, la piel no muestra elasticidad, está flácida y luce rugosa y opaca. Un mayor nivel de deshidratación puede provocar descamación, prurito (picazón) y agrietamientos, síntomas que son más molestos en los niños y en adultos mayores, debido a que “con la edad disminuyen todas las funciones fisiológicas del cuerpo, entre ellas la barrera cutánea”, aclara Carvajal. Varios factores de la rutina conspiran a perjudicar el órgano más grande del ser humano. Naula enumera los siguientes: bañarse con agua caliente o ir a saunas con frecuencia (el cuerpo suda y pierde líquidos), dietas muy bajas en grasas (alteran la cantidad de lípidos y nutrientes en las células), exponerse al sol, la pérdida de colágeno por el envejecimiento, la reducción de estrógenos, consumir alcohol y tabaco (reducen la permeabilidad de agua y alteran la circulación), ingerir productos procesados, enfermedades como diabetes e hipotiroidismo, climas fríos y secos (o estar expuesto al aire acondicionado por mucho tiempo), usar productos abrasivos como jabones y perfumes, fricción con esponjas y guantes de crin al asearse. Aler tas Descuidarse provoca efectos a corto y largo plazo. “No hidratar la piel es una puerta de entrada a infecciones por hongos, bacterias (como el impétigo) y virus (como el molusco contagioso)”, recalca Carvajal. “Por eso las mujeres que lavan mucho y más los químicos contraen candidiasis, el hongo entra más fácilmente porque han perdido la barrera lipídica y capas de piel”, enfatiza Naula. Con el paso de los años enfrentará el envejecimiento prematuro de la piel. El momento ideal para hidratar la piel es después del baño, asegura Carvajal. No secarse por completo, sino dando palmadas con la toalla. De ahí ponerse cremas, dejando que las gotas de agua que quedaron sobre el cuerpo penetren en la piel. Existe una amplia gama de hidratantes en el mercado. Carvajal ayuda a reconocer cuatro tipos: los emolientes son los que contienen fragancias, mantienen la barrera cutánea y la dejan suave; los humectantes, emulsiones de aceite en agua, hidratan reteniendo la humedad; los oclusivos son una mezcla de agua en aceite, como ungüentos y vaselina, que forman una película que no permite que el agua escape, además, según Carvajal, mejoran la piel irritada. Finalmente, hay productos terapéuticos que unen las propiedades de los tres anteriores, indicados para casos graves, alivian la piel y no tienen fragancia. Naula igualmente recomienda una alimentación que estimula la hidratación cutánea, como el consumo de vegetales verdes (acelgas, espinacas), alimentos carotenos con vitamina A (zanahoria, melón), frutas jugosas como la sandía. Y no está de más mencionarlo, beber agua.pE


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